La doble cara de EEUU

Editado por Maria Calvo
2024-04-01 07:49:48

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EE.UU. e Israel

por Guillermo Alvarado

Mientras arrecian los llamados para detener el genocidio de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, incluidos los no tan enérgicos del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, la realidad demuestra que en este aspecto, como en muchos otros, la Casa Blanca tiene doble cara.

Por un lado tratan de calmar a la opinión pública nacional, tarea prioritaria en un año electoral, con tibios pedidos al líder sionista Benjamín Netanyahu de realizar un alto al fuego y permitir el acceso de ayuda humanitaria para evitar una mayor catástrofe humanitaria en Gaza.

Al mismo tiempo, sin embargo, en el mayor silencio, prácticamente desde el clandestinaje,  la Casa Blanca se las arregló para aprobar el envío de más fuerza letal para que Israel continúe la masacre a sus anchas, una clara muestra de respaldo a la política de exterminio contra la población civil palestina.

Biden consiguió autorización para enviar a su gendarme 25 aviones de combate F-35, artefactos de alta tecnología, así como más de mil 800 bombas MK84 y otras 500 del tipo MK82.  Para que se tenga una idea, la MK84 puede atravesar un blindaje de metal de 15 pulgadas o de 3,4 metros de cemento y su radio de acción letal excede los 365 metros, tres cuadras y media.

Esto lo hizo al mismo tiempo que introducía en el Consejo de Seguridad una hipócrita resolución de cese del fuego en la Franja, según reveló el diario estadounidense The Washington Post, al que se le puede acusar de muchas cosas, menos de progresista o anti estadounidense.

Con semejante espaldarazo, por supuesto que Tel Aviv no acatará nunca la resolución de la ONU reclamando una pausa en las hostilidades y la apertura al ingreso de ayuda urgente para evitar un número mayor de muertes por hambre, enfermedades o heridas que no pueden ser curadas.

El Ministerio de Salud palestino anunció que el nuevo balance de muertos desde  el inicio de la guerra, subió el fin de semana a 32 mil 623 fallecidos.

 En tanto, el Programa Mundial de Alimentos afirmó que tras casi seis meses de guerra, la población de Gaza se enfrenta a una "hambruna inminente".

Al mismo tiempo en la complaciente Unión Europea las declaraciones van y vienen, pero sin ninguna acción para poner fin a la tragedia, como lo sería, por ejemplo, romper relaciones diplomáticas con Israel, que día con día se convierte en un Estado paria, ubicado al margen de las normas de convivencia.

Esto ocurre así justamente por la sensación de impunidad que les otorga Estados Unidos que, al margen de esta brutal guerra de exterminio, otorga a Tel Aviv anualmente 3 mil 800 millones de dólares en ayuda militar, que se convierte a la postre en una especie de licencia para matar.



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