Ruanda un crimen colectivo

Editado por Maria Calvo
2024-04-09 13:05:35

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Genocidio de Ruanda

por Guillermo Alvarado

Se cumplieron el domingo reciente 30 años del inicio de uno de los hechos más vergonzosos en la historia moderna de nuestra especie, el genocidio de Ruanda donde en 100 días fueron asesinados por los métodos más crueles entre 800 mil y un millón de hombres, mujeres y niños.

La masacre es atribuida a extremistas hutus, que tomaron como pretexto la muerte del presidente Juvénal Habyarimana durante un atentado contra el avión donde se transportaba, y culparon del hecho a la población tutsi y llamaron a exterminarla por cualquier vía.

Los hechos, en realidad, tienen una raíz más profunda y tienen que ver con las distorsiones causadas en África por el colonialismo europeo, que introdujo allí conceptos antes inexistentes, como la superioridad racial, en odio entre pueblos, la discriminación y el miedo a lo diferente.

Por ejemplo, Bélgica, metrópoli europea en Ruanda clasificó de manera pérfida a los habitantes en grupos distintos, tutsis, hutu o twa, categorías que según los historiadores jamás existieron allí.

El cineasta  Samuel Oshimwe se pregunta: “hablamos la misma lengua, compartimos la misma cultura, el mismo país ¿qué nos ha separado?”

Las actuales fronteras en África las impusieron los europeos, así como la arbitraria división de pueblos a uno y otro lado de las líneas de demarcación y fueron ellos quienes alimentaron los odios que desencadenaron tragedias.

Más aún, cuando comenzó la matanza en Ruanda, países como la “civilizada” Francia reconocieron y armaron a los hutus y los belgas sacaron a sus tropas de allí para dejarles el campo libre.

En la ONU, París, Bruselas o Berlín se ignoró el clamor por refuerzos para la misión de Naciones Unidas en el país africano o, peor aún, se le prohibió intervenir en lo que denominaban “viejas diferencias tribales”

Butros Ghali, entonces secretario general de la máxima organización hablaba de “una guerra civil de los tutsi contra los hutu y de los hutu contra los tutsi”, cuando lo que estaba ocurriendo era un exterminio.

La periodista Ute Schaeffer afirma que, sin embargo, todos ellos sabían lo que estaba pasando y lo demuestra el hecho de que evacuaron inmediatamente a su población de Ruanda. El caso es, dijo, que los derechos humanos tienen un rango diferente en África, que en Europa o Estados Unidos y Canadá.

Muchos de los ejecutores de la matanza fueron sancionados, otros murieron antes de que el banquillo los alcanzara y lo que falta es someter al juicio, si no de las leyes, por lo menos sí al de la historia, a las potencias que durante años sentaron las bases para que ocurran tragedias tan dolorosas.



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