Por Roberto Morejón
En medio de una retórica de alegado carácter benefactor, el Departamento norteamericano del Tesoro informó sobre disposiciones en relación con el sector no estatal de la economía cubana, al tiempo que una importante personalidad internacional enfatizaba en la virulencia del bloqueo de Estados Unidos al país antillano.
De acuerdo con un comunicado del Departamento del Tesoro, el país norteño aprobó nuevas regulaciones que, describe, flexibilizan el acceso del sector no estatal de la economía cubana a servicios financieros e Internet.
La fuente se refiere a abrir, mantener y utilizar de forma remota cuentas bancarias estadounidenses y el uso de plataformas de pago en línea para realizar transacciones por los que llama empresarios independientes, ubicados en Cuba, Estados Unidos u otro país.
El Departamento del Tesoro se refiere a cambios conceptuales, pues en su terminología reemplaza la definición de “individuo autónomo” por la de “empresario independiente del sector privado”, y lo hace, afirma, para incluir a trabajadores por cuenta propia y cooperativas privadas.
El texto recalca que las regulaciones no respaldan a funcionarios del gobierno y sí al sector privado en Cuba.
El gobierno cubano reaccionó rápidamente y el canciller, Bruno Rodríguez, resaltó en la red social X que las medidas persiguen dividir a la sociedad.
Una alta funcionaria del ministerio, Johana Tablada, complementaba la idea: pretenden convertir al sector privado en agente a favor del cambio que quieren aquí, un cambio de régimen.
De manera que el anuncio del Departamento norteamericano del Tesoro involucró a lo que distingue como emprendedores y no al bloqueo, denunciado por los cubanos por ser el principal responsable del deterioro material de la sociedad.
Un estadista de talla mundial, Andrés Manuel López Obrador, ofrecía esta semana una evidencia adicional de la vigencia del cerco contra la mayor de las Antillas.
En respuesta a una pregunta periodística, el Presidente de México denunció la amplificación del bloqueo estadounidense a Cuba a través de su inclusión en la lista de países que, según Washington, patrocinan el terrorismo.
“¿Terrorismo de qué?”, cuestionó López Obrador, en referencia a que la potencia del Norte no extrae a Cuba de la unilateral enumeración, causa -recordó- de perjuicios al pueblo de la nación caribeña.
Lo del ajado terrorismo se inscribe en puras excusas, remachó López Obrador, quien evocó la existencia de un grupo en Estados Unidos que saca mucho provecho a costa del sufrimiento del pueblo cubano.