Ciencia cubana

por María Josefina Arce

Poner todo el potencial de la ciencia y la innovación en función de generar soluciones a los problemas que nos golpean en la actualidad es una prioridad del gobierno, en la que ha insistido en  innumerables ocasiones el presidente cubano, Miguel Díaz Canel.

La ciencia cubana ha hecho incuestionables aportes en todos estos años en diversas esferas, pero todavía se puede lograr  mucho más, si se unen fuerzas y se labora con mayor integralidad.

Y es que, como señalan las autoridades y en especial el mandatario cubano, aún  hay mucho conocimiento no utilizable, y que puede aportar al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.

Es esencial que la capacidad innovadora y valiosos conocimientos  de nuestros científicos, académicos y  estudiantes se extiendan a toda la sociedad, dado el complejo panorama que enfrenta hoy la nación por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano y la arbitraria inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.

De ahí que para promover un sostenido trabajo conjunto de instituciones científicas, universidades y territorios se suscriben convenios entre la Academia de Ciencias, las delegaciones provinciales de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y los centros de altos estudios.

En la oriental provincia de Holguín ya comenzó  este proceso, que en opinión del doctor en Ciencias biológicas, Eduardo Martínez Díaz, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba,  inicia una etapa que contribuye al perfeccionamiento del sistema de gestión de gobierno basado en la ciencia y la innovación.

En mayo pasado en la reunión del Consejo de ministros se aprobaron las prioridades nacionales en ciencia, tecnología e innovación y las formas de su gestión.

Es así que tendrán preponderancia los proyectos para desarrollar nuevos productos exportables, que generen un mayor  ingreso de divisas al país.

Y junto a ellos los referidos a la producción de alimentos y energía eléctrica, dos problemas que golpean seriamente en la actualidad a los cubanos.

Importantes políticas y normas jurídicas han sido aprobadas en los últimos años en Cuba que han llevado al fortalecimiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación,  pero se hace necesario, han reiterado las autoridades, sistematizar este proceso y adecuarlo a las condiciones de cada momento, un objetivo en el que se trabaja sin descanso.