Kamala Harris, candidata a la presidencia de Estados Unidos por el partido Demócrata

por Guillermo Alvarado

Si bien todavía está lejos de ser confirmada como candidata a la presidencia de Estados Unidos por el partido Demócrata, Kamala Harris va sumando apoyos de peso para afianzarse en la contienda, donde enfrentará al polémico magnate Donald Trump.

Una de las últimas personalidades en sumarse fue la influyente Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes de la potencia norteña y una voz muy escuchada dentro de esa formación política.

“Mi apoyo entusiasta a Kamala Harris para presidenta es oficial, personal y político” afirmó la antigua legisladora.

Además de ser la propuesta de Joseph Biden, la eventual aspirante a la Casa Blanca tiene varios datos en su biografía que deberían inquietar al equipo de Trump, entre ellos el hecho de venir de un sector que el republicano desdeña con ferocidad, el de los migrantes.

Claro, no es el caso de quienes arriesgaron su vida en un imprevisible viaje para cruzar la frontera al amparo de la noche o cruzando peligros notables.

Su madre era una brillante oncóloga hindú y su padre un economista originario de Jamaica, ambos vinculados al exclusivo mundo académico.

Criada en un ambiente de intelectuales y activistas por los derechos de los afrodescendientes, no es raro que defienda principios como la interrupción voluntaria del embarazo, un mejor acceso a la salud, erradicar la pena de muerte o cerrar la brecha salarial de género.

Un aspecto en común que tiene con Donald Trump es su estrecha vinculación con el sistema de justicia, aunque desde diferentes perspectivas.

Harris fue la primera mujer, y además afronorteamericana, en convertirse en fiscal del distrito de San Francisco y luego fiscal general de California. Trump, en cambio, ha visto la justicia desde el banquillo de los acusados y en la actualidad está convicto por un delito en espera de que le dicten sentencia.

En estos momentos los operadores políticos demócratas están tratando de conseguir la mayor cantidad posible de apoyos para la actual vicepresidenta de Estados Unidos y llegar a la Convención Nacional de agosto próximo ya con una decisión tomada para evitar mayores contratiempos.

De momento los republicanos llevan ventaja en los sondeos de intención de voto, pero resulta impredecible saber si rebasan el techo de simpatizantes tradicionales para un candidato tan controversial.

Harris, por el contrario, vive sus primeras horas en esta carrera y aún está por verse cuál será su impacto en sectores tan disímiles como las minorías étnicas, los jóvenes y los trabajadores.  Hay bastante tela por cortar, amigos.