Con enfoque optimista sobre economía, Abinader emprende segundo período

Editado por María Candela
2024-08-16 23:04:44

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Luis Abinader. (Imagen de archivo/RHC)

Por Roberto Morejón

Con un país políticamente estable y favorables indicadores de la macroeconomía, el reelecto presidente dominicano, Luis Abinader, inició su segundo mandato, arropado por una gran presencia internacional, asistente a su investidura.

Abinader juró ante la directiva del Congreso, cuya integración le favorece, tras imponerse en las elecciones del pasado mes de mayo, en medio de una atomización de las fuerzas opositoras.

A juzgar por el discurso de toma de posesión, el primer mandatario define su primer período con resultados satisfactorios y ahora emprenderá algunos cambios, con el propósito, dijo, de alcanzar la prosperidad.

En su criterio, el proyecto de nación que encabeza será profundizado en los venideros cuatro años de su último período, con un carácter que calificó de abierto e integrador.

Abinader cuenta con la experiencia de lo que define como honestidad y eficiencia en el uso de los fondos públicos y con lo que resalta como buena salud de la democracia local y el dinamismo de la economía.

En efecto, República Dominicana exhibe un alza de la inversión extranjera y afluencia inalterable de más de diez millones de turistas a sus paradisíacas playas.

El gobierno enarbola de forma optimista su tasa de inflación, por estar debajo del 4 por ciento, y un incremento del Producto Interno Bruto hasta promediar 6,5 por ciento en los últimos tres años.

El Jefe de Estado se propuso para el futuro hacer cambios legales a fin de limitar la reelección a cargos de votación popular, liberalizar la legislación laboral, aplicar una reforma fiscal con vistas a conseguir más recursos destinados a ejecuciones de proyectos de alcance popular y hacer cambios en la seguridad social.

En medio de la crispación con Haití, por la inestabilidad y violencia en el país vecino y determinadas iniciativas dominicanas criticadas en Puerto Príncipe, el gobierno de Abinader también ha sido llamado a atender a la creciente actividad económica informal y la desigualdad.

De acuerdo con Nathaniel Concepción, director del Observatorio Político Dominicano, 23 por ciento de la población vive bajo la línea de pobreza.

No obstante, en el plano interno, el país nada en aguas despejadas y tal vez desde el exterior lo que más gravita sobre la política, la economía, la sociedad y la diplomacia es la crisis en Haití, sobre cuyo territorio, según Abinader, a República Dominicana “no se le puede pedir más”.



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