Continúan las protestas en Argentina. Imagen: Archivo
por María Josefina Arce
Mientras el presidente Javier Milei se entretiene en una nueva reunión de la ultraderecha mundial, que durante dos días ha tenido como sede a Buenos Aires, la tensión social no disminuye en Argentina. Los ciudadanos continúan tomando las calles y son reprimidos por las fuerzas policiales.
Las manifestaciones son en rechazo a la política económica del ultraliberal mandatario, que ha llevado a la destrucción de empleos, caída del salario real y jubilaciones, y desprotección de los sectores más vulnerables.
De acuerdo con las informaciones, al menos 27 personas, en su mayoría adultos mayores, resultaron lesionados en las últimas horas durante una pacífica protesta en la capital contra el veto presidencial a una reforma previsional, aprobada por el Congreso y que aumentaba las pensiones en 8,1%.
Los jubilados han sufrido una pérdida de su poder adquisitivo de 19, 2%, desde diciembre pasado en que Milei llegó a la Casa Rosada.
Pero las protestas abarcan a todos los sectores, ante el deterioro de las condiciones de vida de buena parte de los argentinos, y la crítica situación que enfrentan esferas esenciales como la educación y la salud por el deficitario presupuesto.
Las universidades públicas han sido escenario de manifestaciones y otras acciones como la paralización de sus actividades docentes. El reclamo un salario digno y una partida presupuestaria que permita un adecuado funcionamiento de los centros de altos estudios.
Esas exigencias llevaron al Frente Sindical de Universidades Nacionales a cumplir este jueves un paro de 24 horas y a una concentración frente al Congreso. Los manifestantes demandan que se acabe de aprobar por el órgano legislativo la Ley de Financiamiento Universitario.
El proyecto de ley ya cuenta con la sanción de la Cámara de Diputados, pero falta el Senado, que retrasó hasta la semana próxima su discusión.
La propuesta estipula que el gobierno debe actualizar las partidas presupuestarias de enero hasta diciembre del presente año, y la recomposición de los salarios de los trabajadores docentes y no docentes.
Ya el gobierno de Milei ha amenazado con vetar la norma de ser aprobada, como hizo con la jubilatoria. Su pretexto es que no estarán de acuerdo con una ley que implique déficit fiscal.
Mientras el panorama empeora para la población, 55% de la cual vive en la pobreza y 17,9 en la indigencia, las cifras más altas de los últimos 20 años en Argentina. Pero a Milei parece no preocuparle, en su discurso en el encuentro en Buenos Aires de la ultraderecha mundial, reiteró que el presupuesto para el 2025 seguirá sustentándose en su política de déficit cero.