Por: Roberto Morejón
En Ecuador avanzan los preparativos de la cuarta cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que tendrá lugar en Quito en medio de grandes expectativas, pues se requiere de la concertación política aún en medio de la diversidad.
La organización creada en 2011 tiene pasos de avances como la declaración de América Latina como zona de paz y requiere en lo adelante continuar el análisis sobre las formas viables para alcanzar el desarrollo y erradicar la pobreza.
Esos puntos sobresalen en la agenda de la reunión del 27 del mes en curso, cuando los primeros mandatarios, jefes de gobierno o sus representantes examinen otro asunto cardinal, la disminución de la desigualdad en la región.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, recordó que 68 millones de latinoamericanos y caribeños permanecen en la miseria o pobreza extrema.
La erradicación de esos flagelos ---dijo--- es un imperativo moral porque por primera vez dicha pobreza no es por falta de recursos sino por la inequidad.
Como presidente rotativo, Ecuador trabajó durante su mandato en la Agenda 2020, un esfuerzo elogiable, susceptible de continuar para priorizar la lucha contra la pobreza en la región.
Si bien en el mapa electoral latinoamericano y caribeño partidos de derecha tuvieron progresos, se espera que por encima de diferencias políticas prevalezca la intención de fortalecer el mecanismo consolidado en las cumbres anteriores.
Sólo mediante la unidad, sin desconocer las diferencias, es posible dar pasos a favor de la mitigación de problemas neurálgicos en un contexto económico desfavorable, pues se pronostica un decrecimiento del Producto Interno Bruto.
Debe recordarse que la CELAC tiene fuerza al agrupar a todos los países del continente americano con excepción de Estados Unidos y Canadá.
Con ese ímpetu trabajará República Dominicana, país que tomará la presidencia pro-témpore anual de la CELAC y, de acuerdo con versiones de prensa, el gobierno de ese país muestra gran entusiasmo.
Si a alguien le quedaba dudas sobre la importancia del bloque regional de 33 naciones, conviene destacar que las fuerzas envueltas en el conflicto en Colombia le atribuyen un papel a desempeñar en relación con los acuerdos de paz.
La ONU y la CELAC monitorearán el cese del fuego bilateral y definitivo que se espera conseguir en los próximos meses entre el gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La CELAC puede ser muy útil en Colombia y en otros puntos de la región, lo mismo a nivel puntual que general, pues se trata de una entidad entre cuyas misiones destaca el impulso de la integración regional y del desarrollo sostenible.