Por: Pedro Martínez Pírez

Su Santidad Kiril, Patriarca de Moscú y de toda Rusia concluyó ayer su visita oficial a Cuba mediante la celebración de la Divina Liturgia en la Catedral Ortodoxa Rusa Nuestra Señora de Kazán, primera de su tipo en América Latina, que él mismo inauguró hace ocho años en el Centro Histórico de La Habana, proclamado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El presidente Raúl Castro y otros dirigentes cubanos, así como numerosos rusos residentes en Cuba asistieron a la ceremonia religiosa en la hermosa Catedral de cinco cúpulas doradas, situada a pocos metros de las aguas de la Bahía de La Habana. A la colocación de la primera piedra de esa Catedral asistieron en el 2004 el líder histórico de la Revolución Fidel Castro y el propio Kiril, quien no tenía entonces el rango de máximo representante de la Iglesia Ortodoxa de Moscú y de Toda Rusia.

Y una de las numerosas actividades realizadas por Su Santidad Kirill durante su visita oficial a Cuba, fue precisamente visitar a Fidel Castro en su domicilio de La Habana, y dialogar con él sobre temas de mucha actualidad internacional, así como del buen estado de las relaciones entre Rusia y Cuba.

Kirill recibió también de manos de Raúl Castro la más alta distinción cubana, la Orden José Martí, visitó la Escuela Especial Solidaridad con Panamá, rindió homenaje a los internacionalistas soviéticos y asistió a un concierto en su honor en el emblemático teatro Martí de La Habana, todo ello antes de continuar su recorrido por dos naciones suramericanas: Paraguay y Brasil.

Pero lo más trascendente de esta cuarta visita a Cuba de Su Santidad Kiril, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Moscú y de toda Rusia, fue sin dudas su encuentro del pasado viernes en el aeropuerto José Martí de La Habana con su Santidad el Papa Francisco, y la declaración conjunta firmada por ambos, que puso fin a mil años de distanciamiento entre las dos más importantes iglesias cristianas del mundo.

Kirill fue categórico al declarar en ruso que los resultados de la conversación en La Habana permiten asegurar que actualmente las dos iglesias pueden cooperar de manera conjunta en la defensa de los cristianos en todo el mundo.

El Papa Francisco elogió la humildad fraterna de su Santidad Kiril, y dijo en español que hablaron como hermanos y coincidieron en que la unidad se hace caminando, y al agradecer al pueblo cubano y al presidente Raúl Castro por su disponibilidad activa, aseguró que Cuba será la capital de la unidad.