Tratado de comercio con Estados Unidos vuelve a generar tensiones en Europa

Editado por Maite González Martínez
2016-05-03 07:59:16

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(Foto/www.cederna.eu)

Por: Guillermo Alvarado

 Las tensiones volvieron a reactivarse en la Unión Europea tras la publicación en Alemania de unas 240 páginas con información confidencial acerca del Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversión,  TTIP, por sus siglas en inglés, que ese bloque continental está negociando en secreto con el gobierno de Estados Unidos.

Posiciones contradictorias surgieron cuando la organización ambientalista Greenpeace instaló frente a la emblemática Puerta de Brandenburgo, en la ciudad de Berlín, un puesto de lectura donde cualquier ciudadano puede tener acceso a ese material, que revela las extraordinarias presiones que Washington está ejerciendo sobre sus futuros socios para finalizar lo más rápido posible las conversaciones y rubricar el pacto.

Si bien la autenticidad de esos documentos aún no está comprobada, vienen a fortalecer la suspicacia sobre un acuerdo de gran envergadura, cuyos pormenores se mantienen en la oscuridad por la voluntad de las partes de no difundir nada acerca de las tratativas.

Horas después de la divulgación de las páginas, que según los ecologistas corresponden a dos terceras partes del borrador del acuerdo, altos funcionarios trataron de restar importancia al caso y reiteraron la voluntad de seguir adelante con ese proyecto.

El portavoz del gobierno federal alemán, Steffan Seibert, abogó por un rápido cierre de ese pacto y aseguró que esa es la firme decisión del ejecutivo encabezado por Angela Merkel.

Mientras la comisaria europea de comercio, Cecilia Malmström, negó la aseveración de Greenpeace de que el acuerdo amenaza la salud de unos 800 millones de europeos al permitir el comercio de productos estadounidenses genéticamente modificados, que son potencialmente dañinos.

"Ningún acuerdo comercial de la UE rebajará el nivel de protección de nuestros consumidores, de la seguridad alimentaria o del medioambiente", respondió Malmström, pero esa opinión no es unánime en el bloque.

En París el secretario de Estado del Comercio Exterior, Matthias Fekl, aseguró que tal  como está en estos momentos, el TTIP es un mal tratado y el cese de las negociaciones sería la opción más probable.

Agregó que no tendría ningún sentido haber celebrado en la capital francesa la Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente en diciembre de 2015 y pocos meses después firmar un compromiso comercial que prácticamente desmantela los resultados de aquella cita.

Los negociadores estadounidenses insisten en que se permita la venta en la Unión Europea de alimentos o semillas genéticamente modificadas cuyos efectos nocivos para la salud humana y para el medio ambiente están demostrados y que en la actualidad varios gobiernos del llamado viejo continente prohiben.

El TTIP, además, permitiría que las grandes corporaciones lleven ante los tribunales a los Estados que de alguna manera obstaculicen o pongan freno a sus negocios, aunque sea para beneficio o protección de sus ciudadanos.

Partidos políticos progresistas y organizaciones sociales insisten en que la opacidad de las negociaciones ya es, por sí misma, una buena razón para desconfiar de ese pacto y advierten que jamás desde la oscuridad o el engaño, ha salido nada bueno o positivo para los pueblos. 

 



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