por Roberto Morejón
Los puertos del Caribe, incluyendo el de la bahía cubana de Mariel, deben recibir beneficios económicos de la ampliación del Canal de Panamá, en cuya ceremonia de apertura estuvo presente el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel.
Las nuevas esclusas, por donde pasó el gigantesco buque chino COSCO Shipping Panamá, permitirán la travesía diaria de entre 10 y 12 naves de gran calado denominadas Neopanamax.
Después de nueve años de remodelación del antiguo canal al costo de 5 200 millones de dólares, puertos caribeños modernizados esperan recibir los barcos que surcan las aguas de la región y almacenar parte de las mercancías.
En ese contexto, los cubanos inauguraron en enero de 2014 la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, a 45 kilómetros al oeste de La Habana, con una infraestructura favorecida por una bahía ancha, hoy en fase de dragado.
La referida área de promoción económica constituye el mayor plan de construcciones e inversión del gobierno cubano y opera bajo régimen especial en materia de aduanas, fuerza de trabajo, impuestos y seguros.
Su objetivo es sustituir importaciones, incrementar las exportaciones, crear nuevas fuentes de empleo y propiciar encadenamientos productivos con las empresas ubicadas en el resto del archipiélago.
Directivos de la Zona Especial de Mariel señalaron la recepción de casi 400 propuestas de inversiones extranjeras con más de una decena aprobadas.
El puerto de Mariel cuenta con una amplia Terminal de Contenedores bajo la administración de la firma PSA Internacional, de Singapur, una de las más importantes operadoras del mundo.
La instalación tiene un muelle lineal de 702 metros equipado con 4 grúas conocidas como super postpanamax y una capacidad para 250 000 contenedores de 20 pies.
Ejecutivos empresariales panameños opinaron que el Mariel es un centro ideal para la distribución en la ruta de la vía interoceánica.
Sin dudas, el desarrollo del Mariel está vinculado a su interconexión regional, por eso resulta estratégico el nuevo Canal de Panamá para un país que necesita más de 2 500 millones de dólares anuales de inversión extranjera.
Dadas las buenas relaciones entre los dos países, estuvo presente en la ceremonia de apertura de las nuevas obras del Canal una delegación cubana de alto nivel, encabezada por el primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.
Es el momento de iniciar una nueva etapa del transporte marítimo en el Caribe al aumentar el trasiego de mercancías en buques de gran calado, provenientes del Cono Sur de América Latina y Brasil, con destino a Asia.
Varios puertos caribeños y del este de Estados Unidos aspiran a almacenar parte de esa carga para facilitar la travesía de los buques. El de Mariel reúne condiciones elogiosas.