Por: Raúl Menchaca
Lima amaneció nublada este lunes, aunque las previsiones meteorológicas indican nuevamente altas temperaturas.
Ese calor, que a ratos se parece al de Cuba, ha sido la primera sorpresa de nuestra delegación que asiste en Perú a los foros paralelos de la VII Cumbre de Las Américas. En realidad esos encuentros aún no han comenzado, algo que ocurrirá este martes.
Para este lunes, lo único previsto es, en la tarde, un encuentro entre jóvenes cubanos y estudiantes de la afamada Universidad de San Marcos.
Sin embargo, los peruanos no parecen muy interesados en ese mecanismo regional.
Quizás abrumados por las necesidades cotidianas, casi nadie habla de esa reunión, porque el tema central de la vida política en el Perú de hoy es la corrupción gubernamental.
Los últimos cinco presidentes han estado involucrados en procesos por corrupción que los obligaron a renunciar y en algunos casos hasta a ir tras las rejas.
Corrupción en primera plana
El diario peruano El Correo se hace eco hoy en portada del escándalo que sacude a la sociedad política de ese país sudamericano con la denuncia del congresista Kenji Fujimori, hijo del ex presidente Alberto.
El senador, que abandonó el Partido Fuerza Popular, acusó a tres de sus antiguos compañeros de recibir sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Un escándalo similar acapara la atención del diario La República donde el senador fujimorista Edwin Vergara negó conocer las actividades ilícitas de un antiguo socio comercial.
Otro periódico, El Comercio, trae en portada la denuncia de que otro congresista está involucrado en un acto de corrupción política. Ese interés periodístico indica por dónde anda la atención de los peruanos, organizadores de una Cumbre regional cuyo tema central es la Gobernabilidad democrática frente a la corrupción.