Seis décadas después del desembarco (I): Una hazaña con luces eternas

Editado por Martha Ríos
2016-11-22 13:33:24

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Yate Granma. Foto: Archivo

Por Martín A. Corona Jerez | Foto de Radio Rebelde

La epopeya de los expedicionarios del yate Granma, enmarcada por los historiadores entre el 25 de noviembre e igual fecha de diciembre de 1956, es una de esas páginas inagotables e inolvidables que sustentan con fuerza la singularidad y la grandeza de los cubanos en el combate por la libertad.

La epopeya de los expedicionarios del yate Granma, enmarcada por los historiadores entre el 25 de noviembre e igual fecha de diciembre de 1956, es una de esas páginas inagotables e inolvidables que sustentan con fuerza la singularidad y la grandeza de los cubanos en el combate por la libertad.

Convencidos de la justeza de la causa y de las virtudes de su pueblo, jóvenes patriotas, liderados por Fidel Castro, se sobrepusieron a los azares de una  travesía por el mar Caribe, el desembarco con matices de naufragio, la dispersión en terreno desconocido, y la persecución feroz del enemigo.

En América primaba el criterio de que era imposible derrotar a un ejército profesional y vencer contra los intereses estadounidenses, mientras en Cuba, una criminal tiranía proyanqui era reforzada desde todo punto de vista por sus amos.

Todavía no se ha explicado suficientemente por qué el gobierno de Fulgencio Batista (1954-1958), con modernos medios navales, aéreos, terrestres y de espionaje, no pudo abortar aquella expedición, la cual, lógicamente, resultaría una de las últimas y más riesgosas en la historia continental.

Un análisis serio debe aplaudir el patriotismo y el valor del pueblo que siempre combatió contra fuerzas decenas de veces superiores en hombres y armas, y nunca se cansó de luchar.

Los expedicionarios bebieron en el ejemplo de los hombres y mujeres de la Guerra de los 10 años, la Protesta de Baraguá y la respuesta de José Martí ante el fracaso del plan insurreccional de La Fernandina.

También resultó decisivo el sentimiento patriótico y el humanitario de centenares de campesinos de los actuales municipios de Niquero, Pilón y Media Luna, en la provincia de Granma.

Alertados por la heroína Celia Sánchez Manduley, o de manera espontánea, ellos contribuyeron a que Fidel y Raúl Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida  y otros líderes, sobrevivieran y se hicieran invencibles en la Sierra Maestra.

Por eso, el domingo dos de diciembre de 1956, fecha del arribo de los 82 jóvenes a Los Cayuelos, punto cercano a la playa Las Coloradas, en Niquero, quedó grabado con ribetes de oro en la historia que condujo al triunfo de 1959.

Aquel día nació el Ejército Rebelde, antecedente directo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y muestra de que Cuba tiene un pueblo dispuesto a cualquier sacrificio por la libertad.

El 25 de diciembre de 1956, reiniciaron la marcha hacia la Sierra Maestra 15 expedicionarios, y Fidel Castro escribió que combatirían "hasta vencer o morir", pues el apoyo recibido los alentaba a "seguir la lucha con más fe que nunca, convencidos de que un pueblo como el nuestro merece todos los sacrificios."

 



Comentários

  • Lia del valle's gravatar
    Lia del valle
    24/11/2016 09:08 am

    Gracias Fidel y a todos tus camaradas revolucionarios !!Los admirare siempre !!!!


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