Cantos de sirena no existen, sino una naturaleza espectacular

Editado por Maria Calvo
2017-02-24 14:18:22

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Fotos: Cortesía de Daniel Pérez Hernández

por Laura Vichot Borrego

Aunque el mar suele verse como todo un gran azul, ese no es el único color que exhibe la bella naturaleza submarina, donde a mayor profundidad resulta imprescindible el uso de sofisticados equipos de iluminación que puedan restaurar el color original de los objetivos fotografiados.

Esa es la razón de ser de Daniel Pérez Hernández,  fotógrafo subacuático, capaz de realizar tomas con el mayor colorido posible, para que las personas comunes conozcan los tesoros que esconden las profundidades, superiores a todo mito sobre sirenas y leyendas de barcos de corsarios con botines abandonados.

Este matancero confiesa que aunque intentó con el medio terrestre, especialmente con las aves, no ha logrado encontrar imágenes dignas de su atención, porque desde hace muchos años, el mar capturó su “espíritu”, hasta el punto de sentirse a los cinco metros de inmersión, como un pez más.

Existen diferentes modalidades en esta especialidad deportiva, entre ellas la fotografía de ambiente, macro y peces, y aunque Daniel ha resultado ganador en todas, él prefiere los peces, la más difícil, por ser una especie sumamente atractiva e inquieta a la vez.

En los certámenes Pérez Hernández suele competir acompañado de su esposa Neysi Hernández Ravelo, su modelo principal para las tomas de ambiente, donde se coloca una figura humana que ofrezca la idea de las proporciones de los distintos elementos que se pueden apreciar en los fondos marinos.

Su paisaje favorito, la Bahía de Cochinos, su primera gran experiencia con el mar y donde la conservación y forma del coral le resulta más hermosa que la propia barrera coralina de Camagüey, entre las más importantes a escala mundial, pero de un fondo liso con muchos abanicos de mar o gorgonias.

Los fotógrafos subacuáticos solemos hacer comparaciones, alega, por ello después de mi idilio original, entre los sitios más interesantes de la geografía cubana que aprecio, figuran María la Gorda, en Pinar del Río, de aguas claras y una variada ictiofauna; y Los Indios, en la Isla de la Juventud.

Daniel, también instructor de buceo del Hotel Playa Girón, al sur de la provincia de Matanzas, declara su admiración por otros fotógrafos cubanos, entre ellos el camagüeyano Nelson López, de la revista Mundo Latino y uno de sus principales rivales, de una calidad fotográfica espectacular.

El actual campeón nacional de fotografía submarina atesora en su palmarés unos 64 premios nacionales e internacionales, los cuales le hacen el fotógrafo más laureado del país, con exposiciones como la de octubre de 2015 en La Cinemateca de Cuba, merecedora de una crítica y recepción satisfactorias.

Sus ratos libres prefiere pasarlos en familia, donde su tarea preferida es enseñar a su nieta el encantador arte de la cría de peces, porque los hombres como Daniel han sido hechizados por la seductora sinfonía del mar, una especie de conjuro que hizo de las profundidades su segundo hogar.

 

 

(CubaSí)



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