por Laura Becquer Paseiro
Al convertirse en sede institucional de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el Capitolio de La Habana vincula al pueblo cubano y a sus representantes, por primera vez en sus 88 años de inaugurado.
Desde de noviembre de 2016, tras el anuncio del presidente Raúl Castro, el inmueble acoge las Oficinas Auxiliares del Parlamento donde trabajan las 10 comisiones permanentes, los funcionarios y la dirección (Presidente, Vicepresidente y Secretaria) cuando no sesiona el ente legislativo.
El cambio acontece en plena restauración del edificio impulsada a partir de 2010 por la Oficina del Historiador de la Ciudad y que, según los inversores, debe concluir en 2019 en el 500 aniversario de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana, aseguró a Prensa Latina Daymaris Alemán, funcionaria de Comunicación de la ANPP.
Por el momento, los 612 diputados continuarán reuniéndose en el Palacio de Convenciones en julio y diciembre como es habitual, incluso cuando se convoque a una sesión extraordinaria, acotó la comunicadora.
Los espacios ocupados por la Asamblea Nacional están ubicados en el ala norte del edificio -restaurada en parte- donde residía la Cámara de Representantes, explicó Alemán, quien añadió que el traslado incluye una campaña institucional para acercar al público al proceso.
Una sede, dos tesoroses el nombre de la estrategia comunicativa que conecta los valores patrimoniales y arquitectónicos del Capitolio, como símbolo de la ciudad; con los de los representantes legítimos del pueblo, detalló.
Tras la historia de un símbolo
La inauguración del Capitolio ocurrió el 20 de mayo de 1929 durante el gobierno de Gerardo Machado (1925-1933). El entonces historiador de La Habana, Emilio Roig de Leuchsenring, consideró el estreno como 'un alarde exagerado de suntuosidad y un derroche insensato' en país de 'gente descalza, hambrienta y miserable'.
La majestuosa obra de estilo neoclásico, inspirado en el capitolio romano igual que el de Washington en Estados Unidos, ocupa un terreno de 12 mil metros cuadrados -excluyendo el espacio de los jardines- y le costó 17 millones de pesos al gobierno de turno.
Fue famoso por albergar a legisladores oligarcas, pero también por su cúpula de 90 metros de altura, debajo de la cual un diamante marcaba el kilómetro cero de la Carretera Central.
El Capitolio posee una escalinata con 55 peldaños en cuyo final se encuentran dos estatuas de bronce, una que simbolizan la virtud tutelar del pueblo y otra, el trabajo.
La obra, declarada Monumento Nacional en 2010, acoge a la Estatua de la República, la tercera bajo techo más grande del mundo, solo superado por el Buda de Oro de Nava, Japón y el mausoleo a Abraham Lincoln en Washington, Estados Unidos.
En el inmueble sesionaron las dos Cámaras del Congreso hasta su disolución el 10 de marzo de 1952, tras el golpe de Estado del dictador Fulgencio Batista.
A partir del triunfo de la Revolución cubana en 1959 tuvo varias funciones incluyendo la sede de la Academia de Ciencias de Cuba y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Para el jefe de la Dirección de Comunicación del Parlamento, Tubal Páez, la historia del Capitolio encierra también una etapa de lucha desde los sectores revolucionarios.
Mencionó que en ese espacio el líder Antonio Guiteras redactó y defendió leyes antiimperialistas y de beneficio popular, como parte de su participación en el gobierno de los Cien Días formado luego de la caída de Machado en 1933.
Aquí se debatió la Constitución del 40 cuando por primera vez había partidos que representaban los intereses de la población, expresó el periodista quien acotó que a pesar de ese periodo tan triste de la historia, los cubanos identifican el Capitolio como un símbolo.
Páez señaló que la historia del inmueble después de 1959 es mucho más significativa y ejemplificó con que fue sede de la primera feria del libro revolucionaria, con una tirada masiva de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y de una exposición para mostrar los bienes malversados de aquellos que huyeron del país.
Aula parlamentaria: nexo de la comunidad con sus representantes
El Capitolio está localizado en una zona muy popular de la capital cubana, municipio Habana Vieja y ello permite el acercamiento entre los diputados y la comunidad promovido por la Asamblea Nacional, manifestó, por su parte, Déborah Aragón, especialista del Departamento de Comunicación. Un ejemplo de ello es el Aula Parlamentaria desde la cual se imparten conferencias sobre el sistema político cubano y las funciones de la ANPP como órgano supremo del poder del Estado, sostuvo Aragón, quien comentó que la iniciativa se extenderá en un futuro a otros municipios.
Nosotros mismos impartimos las clases a través de círculos de interés cada 15 días para alumnos de 5to y 6to grado de la enseñanza primaria quienes intercambian con diputados y trabajadores del Parlamento, agregó.
Señaló que también está habilitada un aula para aproximadamente 30 personas en la que estudiantes de preuniversitario reciben sus clases junto con el programa de otras modalidades.
El Aula Parlamentaria inició el 27 de enero de este año y es gestionada a través de la Dirección Provincial de Educación, según la comunicadora.
(PL)