La Higuera, sitio imprescindible

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2017-10-08 07:07:55

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Por Carmen Esquivel Enviada especial

Hay sitios imprescindibles para comprender la historia reciente de la humanidad y uno de ellos es La Higuera, el poblado en el que el Che estuvo los últimos días de su vida y donde -según se afirma, “murió el hombre y nació el mito”.

Llegamos a La Higuera este mes de octubre después de dos intentos infructuosos por recorrer el camino sinuoso de terracería que separa a Vallegrande de ese caserío.

Meses antes habíamos iniciado el viaje, pero la espesa niebla en la primera ocasión y el lodo de la carretera en la segunda, abortó cualquier esperanza de llegar hasta allí.

La Higuera es una pequeña localidad de poco más de 100 habitantes, ubicada en las estribaciones de los Andes, a una altura de dos mil 160 metros sobre el nivel del mar.

A pesar de haber transcurrido medio siglo de la muerte del Che, el poblado no ha cambiado mucho y aún allí se percibe esa atmósfera especial que recuerda los años de la guerrilla.

Ernesto Guevara de la Serna vino a Bolivia en noviembre de 1966 para encabezar un movimiento de liberación que se conoció como La Guerrilla de Ñancahuazú.

El proyecto del Che era continental y su idea era independizar Bolivia y de ahí irradiar todo el cono sur de América Latina.

Durante 11 meses el grupo comandando por el Guerrillero Heroico recorrió caminos difíciles de la selva del sudeste boliviano y participó en 22 acciones combativas.

El 8 de octubre de 1967 el Che resultó herido y capturado en la Quebrada del Yuro (Churo) y trasladado a la escuelita de La Higuera, donde fue asesinado al día siguiente por órdenes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Si hace 50 años los autores de este crimen creyeron que acabando con la vida del luchador internacionalista terminarían con sus ideas, se equivocaron. Del Che nunca se podrá hablar en pasado, dijo hace medio siglo el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en una conferencia donde dio a conocer la muerte del Guerrillero Heroico.

Fidel Castro afirmaba que no era fácil reunir en una misma persona todas las virtudes de guerrillero argentino-cubano.

Che fue capaz de conjugar en su personalidad no solo las características de hombre de acción, sino también de hombre de pensamiento, de hombre de inmaculadas virtudes revolucionarias y de extraordinaria sensibilidad humana, unidas a un carácter de hierro, a una voluntad de acero, a una tenacidad indomable, decía Fidel.

Hoy el pensamiento del Che está más vivo que nunca, como lo demuestran los miles de personas de disímiles lugares del mundo que cada año llegan hasta La Higuera para rendirle póstumo homenaje.

“Hace mucho tiempo que estoy preparando este viaje”, declaró a Orbe el argentino Víctor Hugo Leiva, quien junto a su esposa llegó a la localidad en ocasión del 50 aniversario de la muerte del Che.

Para Leiva, Ernesto Guevara sigue siendo un guía y sus enseñanzas son más necesarias cada día porque la pobreza continúa en el mundo y el capitalismo no ha resuelto ningún problema. Hoy la antigua escuelita de La Higuera es un museo donde se muestran fotografías, documentos escritos, pensamientos y objetos relacionados con el comandante guerrillero.

“Este es un lugar para difundir las ideas antiimperialistas del Che Guevara”, explicó el fotógrafo francés Juan Lebras, quien vive en ese caserío desde hace 12 años.

En las paredes de las casitas de adobe, en los muros y hasta en las piedras de esa localidad hay imágenes y dedicatorias al Che.

Mientras, en la plazoleta central se erige un monumento del Guerrillero Heroico donde hay una frase que reza: “Tu ejemplo alumbra un nuevo amanecer”.(Tomado de Semanario Orbe)



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