Amalia Sanmartino era una mujer de edad indefinida, como la tíldara un periodista argentino cuando intentó en cierta ocasión preguntársela.

Hoy sentimos la pérdida de su figura la cual, desde la visión de sus ojos marrones detrás de sus lentes bifocales, examinaban con vivacidad los más recónditos paisajes de América.

A pesar del tiempo que llevaba viviendo en Cuba –más de cinco décadas-, no perdió la tonada cordobesa: esa tonada que cada día podía ser escuchada en Radio Habana Cuba.

Enamorada de La Habana, Amalia confesó en cierta ocasión que le gustaría haber nacido en La Habana de los años 1700 o 1800.

“Siempre me pareció —y en eso me han ayudado los muchos trabajos que he leído acerca de esos tiempos— que esta ciudad estaba llena de misteriosos encantos, aunque sus calles fueran intransitables, los coches la salpicaran a una de fango y las lluvias desde los balcones no fueran precisamente muy perfumadas”.

Pero el destino quiso que fuese en Córdoba ,Argentina donde naciera esta mujer de apariencia frágil pero convicciones fuertes.

Amalia militaba en el Partido Comunista de Córdoba cuando se casó con el médico Agustín Canelo.

Quienes la conocían no olvidan su gran alianza de matrimonio, y digo gran por el desproporcionado tamaño pues ella misma confesaría que era la unión de las joyas originales.

“Decidimos fundirlas cuando él decidió subir al monte con Masetti para incorporarse a la guerrilla, porque no sabíamos cuándo volveríamos a vernos ni si volveríamos a estar juntos”.

Para ella la revolución era un viaje de ida.

Muchos eran los recuerdos que emergían detrás de una sonrisa espontánea de Amalia. Como mujer de revolución son muchas los encuentros, amigos, pérdidas, añoranzas de esos años como combatiente.

En 1982 Sanmartino llega a Radio Habana Cuba para no irse hasta el día su muerte.

Durante décadas trabajó como periodista y locutora llegando a ser reconocida como una de las voces más brillantes en la Radio Cubana.

Este 27 de marzo nos dejó una periodista de esas, como la denomina el compa (Guillermo Alvarado), que enamoran a cualquiera de la profesión.

Estas noticias son difíciles de entender, cómo al final del camino la muerte nos toma la delantera en la carrera de la vida

Sirva este artículo como merecido homenaje a una argentina que aunque no olvidara su tierra se sintiera cubana de corazón.

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