Guatemala y Cuba en José Joaquín Palma

Editado por Martha Ríos
2018-08-02 15:59:48

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Palma fue profesor, diplomático y periodista cubano. Foto: Internet

Por Ana Eugenia Cintron Palma

Hoy 2 de agosto de 2018, se cumplen 117 años del fallecimiento de José Joaquín Palma y Lasso de la Vega, patriota cubano, poeta, casi guatemalteco, que fue hijo, esposo y padre de una familia en la cual la libertad del hombre y la igualdad de derechos y oportunidades para todo ser humano, fue y sigue siendo un baluarte en la vida diaria de su descendencia y de los países que él amó: Cuba y Guatemala.

Honduras, país en donde fue declarado ciudadano e Hijo Predilecto y donde la familia Palma también tiene fuertes lazos familiares le dio un hogar y un espacio en medio del doloroso exilio provocado para él y otros cubanos ilustres del Primer Movimiento Independentista de Cuba que inicio en 1868 y terminó en su primera lucha, hasta 1878.

Errante por el mundo desde 1870, buscando apoyo para la causa, escribió poemas inspirado en sus musas, que según el excelso cubano José Martí, en su nota de valoración de los poemas de Palma, fueron Amor, Patria y Libertad.

En 1877, Palma recibió a Martí en Guatemala y le traslado la vivencia de esa guerra del 68 en Cuba. Este tiempo compartido entre Martí y Palma, marcó el inicio de una amistad que duraría siempre. Y esa cruel guerra por la independencia dejó marcada a la sociedad de Bayamo y de Cuba, pero especialmente a la familia Palma Del Castillo.

Su esposa Leonela, también de una familia de mujeres valientes y luchadoras como lo fueron su madre Luz Vásquez y Moreno y sus hermanas Atala y Adriana Del Castillo y Vásquez, murió en Jamaica, como “mártir de una pasión” como suponemos que Palma le versó en Poema a Un Ángel.

En 1902 Palma fue nombrado como Cónsul de Cuba en Guatemala, y a partir de ese momento con una base martiana y yo diría cespediana, esas relaciones se han fortalecido hasta llegar al día de hoy, aniversario de su muerte, en la que celebramos la amistad y solidaridad del pueblo cubano, y el agradecimiento con respeto que inspira al pueblo guatemalteco.

Sentimientos que se originaron en esos memorables momentos y que se mantienen vigentes bajo el pensamiento Martiano de Nuestra América.

Quise elaborar este recordatorio a las nuevas generaciones guatemaltecas que el día de hoy ostentan medallas al son del Himno Nacional y que honran al país con su esfuerzo diario, pero que se debaten en luchas sociales y económicas, cuyas razones no son muy diferentes a las que inspiraron a cubanos y guatemaltecos en su momento, y en las que se busca que nuestros pueblos logren superar la pobreza y las desigualdades que matan tanto como una guerra.

Más bien es otro tipo de guerra, en la que se lucha contra enemigos como la corrupción y los intereses externos, para comer, educarse y superar esa esclavitud moderna de los pueblos que es la pobreza y la falta de oportunidades. Sin justificación ante un país como Guatemala con tanto recurso humano y natural.

Perdure siempre el pensamiento que inspiró Guatemala Feliz, de tener un país en el cual su suelo sagrado se respete y en donde el Quetzal remonte su vuelo más que el Cóndor y el Águila Real, y prevalezca siempre la amistad con Cuba y los pueblos de América.

*Historiadora y escritora guatemalteca, vice Presidenta de la Asociación Cultural José Martí de Guatemala y tataranieta de José Joaquín Palma

(Tomado de Cubadebate)



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