Juan Manuel Márquez: siempre desde la vanguardia (+ Fotos)

Editado por Martha Ríos
2019-07-03 14:31:22

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El revolucionario murió asesinato el 15 de diciembre de 1956. Foto: periódico Granma

Por Martha Gómez Ferrals

Este 3 de julio se cumplen 104 años del natalicio de Juan Manuel Márquez, fogueado combatiente revolucionario que llegó a ser el segundo al mando de la expedición del yate Granma, arribada a Cuba el 2 de diciembre de 1956 liderada por Fidel Castro, con el claro y decidido propósito de reiniciar la gesta liberadora cubana en las montañas de la Sierra Maestra.

Con 41 años cumplidos, Márquez fue torturado salvajemente y ultimado, tras su captura por soldados de la tiranía, a pocos días del desembarco del Granma, procedente de México, luego que los 82 expedicionarios habían sido bombardeados y dispersados en el enclave serrano de Alegría de Pío, el 5 de diciembre.

Su asesinato fue el 15 de diciembre de 1956. Por entonces deambulaba perdido y solitario, agotado, hambreado, con la ropa hecha jirones, la piel dañada por espinas y breñas y totalmente desorientado, sin poder dar con el camino que lo adentrara en la Sierra Maestra, lo cual era su propósito.

Murió heroicamente, sin un ápice de claudicación, y asumiéndose como combatiente, aquel avezado soldado de la revolución cubana reiniciada por la Generación del Centenario.

Aunque él no había participado en los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes como otros compañeros del líder, tenía una impresionante trayectoria de combate por la justicia social, comenzada desde los 15 años fundamentalmente en la barriada habanera de Marianao, donde residió muchos años y se hizo dirigente político.

Foto tomada de Cubadebate

Había nacido en la también localidad capitalina de Santa Fe, bajo la jurisdicción entonces del municipio de Marianao, hoy perteneciente al de Playa.

El adolescente de 15 años que fue, se dio a conocer como revolucionario, al involucrarse en la lucha contra la tiranía machadista en los años 30. Por ello se le persiguió, encarceló, primero en el Castillo del Príncipe, y más adelante en el tenebroso Presidio Modelo de Isla de Pinos.

Había estudiado desde pequeño formado y estimulado por las ideas de integridad moral de sus padres: una madre maestra, que lo aficionó a la lectura y un padre tabaquero, que lo vinculó a las causas justas a favor de los trabajadores y obreros.

Jovencito y estudiante de la enseñanza media se vinculó al Ala Izquierda Estudiantil y a la Hermandad de Jóvenes Cubanos, organizaciones muy influenciadas en su ideario por el primer Partido Comunista, fundado a mediados de la década del 20 por Julio Antonio Mella y Carlos Baliño, entre otros revolucionarios de la nación.

Foto tomada de cubaeduca.cu

Su brega incansable incluyó la labor como Concejal y presidente de la Asamblea del Partido del Pueblo Cubano en Marianao, puesto que ocupó sin abandonar por un minuto su honradez, valores cívicos y su intransigencia ante las injusticias.

El sector de la prensa cubana se honra de haber contado en sus filas al combativo Juan Manuel Márquez. Trabajó siendo muy joven, en los años 30, en el periódico El Sol, de su propia localidad.

Con lucidez alertó desde sus páginas sobre la posible influencia funesta para el país relacionada con el antiguo sargento Fulgencio Batista, vertiginosamente convertido en coronel, a pesar de ser “un aventurero vendido a las peores causas”.

Más adelante, en los años 40 también comenzó a ganar espacios radiales y en la popular emisora COCO alcanzó gran audiencia en sus apariciones en el programa Vergüenza contra dinero. Sin embargo, fue una época en que no abandonó la prensa escrita.

Es más, ya convencido del papel de movilización política y formador de conciencias de la prensa, funda el periódico Catapulta, que le sirve de vehículo idóneo para el trabajo en que estaba inmerso.

Foto tomada de Cubadebate

No es de extrañar entonces la coincidencia inmediata de principios y de empeños comunes que hubo entre el joven abogado Fidel Castro y el periodista revolucionario, ambos dispuestos una y otra vez a morir por la libertad de su patria, cuando se conocieron el 7 de junio de 1955.

Fidel había salido de prisión junto a sus compañeros encarcelados en Isla de Pinos el 15 de mayo de ese año. Y el cinco de junio, el tenazmente perseguido e incansable Juan Manuel Márquez Márquez, había recibido una terrible golpiza por parte de los casquitos, que lo mandaría al hospital.

No se conocían todavía y mientras Fidel preparaba junto a muchos compañeros su obligada salida al exilio, había tenido tiempo de escribir un artículo en solidaridad con Juan Manuel.

El 7 de junio fue a conocerlo al hospital. De ese primer encuentro nació la decisión de crear el Movimiento Nacional 26 de Julio, del cual Juan Manuel sería el segundo dirigente, y de continuar la lucha, irremediablemente por el camino armado, hasta realizar los objetivos de la única Revolución cubana. (Tomado de la ACN)

 



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