Por Pedro Martínez Pírez
Mientras que en el Estado de la Florida se registran diariamente nuevos récords de contagiados por la Covid-19 y en los Estados Unidos, epicentro de la pandemia, los fallecidos sobrepasan la cifra de 120 mil, en el Senado yanqui tres legisladores buscan sancionar a los países donde laboran brigadas médicas cubanas.
SoliCuba, colectivo peruano de solidaridad con Cuba, indica que la propuesta presentada en el Senado de Estados Unidos, con el patrocinio de Marco Rubio, no hace sino revelar el miedo y el odio que la administración de Donald Trump siente hacia la patria de José Martí y Fidel Castro.
Y yo agregaría que, además de miedo y odio, la propuesta revela la impotencia del Imperio frente a la pequeña Cuba, cuyos trabajadores de la Salud están desempeñando una labor altamente meritoria, y muy reconocida, de solidaridad con los pueblos del mundo.
Pretender sancionar a gobiernos que suscriban acuerdos de colaboración médica con Cuba, llevará al gobierno de los Estados Unidos a una mayor confrontación con muchos de sus propios aliados en América y el resto del mundo, especialmente en Europa, donde con muchos reconocimientos han actuado brigadas médicas en Italia, Andorra, y también en Cuba, tratando a pacientes de un Crucero británico que recibió una ayuda médica oportuna e histórica en el archipiélago cubano.
A pesar de que los gobiernos de Brasil, Bolivia y Ecuador se sumaron a la campaña de Washington contra la colaboración médica cubana, en numerosos países del Caribe, Centroamérica, México, Argentina y Perú, están presentes, y con valiosos resultados, las brigadas médicas cubanas.
Es una verdadera vergüenza la acción de los legisladores republicanos aliados a Trump en el Senado estadounidense, y constituye una prueba más de la debable política, moral y ética en que se encuentra el inquilino de la Casa Blanca , cada día con menor respaldo de las propias élites de poder en los Estados Unidos.
La historia le pasará la cuenta al presidente Donald Trump, a sus aliados en el Partido Republicano y especialmente a aquellos que condujeron y aún conducen la política de Estados Unidos hacia Cuba.
Son los mismos que durante su mandato han tratado de revertir los avances en las relaciones con Cuba acordados durante el gobierno de Barack Obama, los que llevaron al gobierno de Donald Trump al reforzamiento del criminal bloqueo contra Cuba y al aislamiento de Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas, la UNESCO , la Organización Mundial de la Salud y el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Si el Senado de los Estados Unidos aprobara este proyecto de Ley propuesto por la pandilla anticubana y racista en ese órgano legislativo, no haría sino demostrar una vez más la impotencia del Imperio frente a Cuba, un pequeño país que es ejemplo de solidaridad en la batalla mundial contra la Covid-19 .
La Habana, 21 de junio de 2020.
