Eusebio Leal y su entrañable relación con el Perú (+Foto)

Editado por Martha Ríos
2020-08-11 14:54:12

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Leal recibe la distinción Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Foto: Habana Cultural

Por Sergio González González*

En el verano boreal de 2016 fui designado embajador de Cuba en Perú y de inmediato inicié el ciclo de preparación reglamentario, que incluyó un sinnúmero de entrevistas con figuras del gobierno, parlamentarios, representantes de negocios, de la cultura y del mundo académico, entre otros.

Las solicitudes de encuentros se formularon casi simultáneamente, pero entre las primeras reacciones estuvo la de Eusebio Leal, Historiador de La Habana, quien me invitó a visitarlo en su modesta oficina de la Casa Pedroso, una mansión con elementos constructivos entre los siglos XVII y XX, ubicada en la Avenida del Puerto, frente a la terminal de cruceros Sierra Maestra.

No hacía esperar. Respondía con exactitud y elegancia, incluso si no tenía una definición a mano, como cuando para los festejos por el 500 aniversario de La Habana, me pidió un compás de espera para formular la propuesta de una exposición del proyecto Caral-Supe, a cargo de la doctora Ruth Shady.

No era el responsable de los actos, sino una Comisión Organizadora, que debía evaluar las iniciativas, por lo que la definición llegó más tarde -positiva por cierto- y puntualmente me lo hizo saber.

Se obligaba a responder con disciplina monacal cada mensaje, a acusar recibo de cada documento o libro que le enviaba.

PROFUNDO CONOCEDOR

Era un profundo conocedor, lo que no tardé en confirmar cuando con su impecable prosa y característica cadencia me fue relatando sus impresiones de viajes y lecturas del Perú magnético.

Lo tenía todo en su mente y se le derramaba en la palabra, sin pausas ni cotejos. Me habló por más de una hora de Mariano Ignacio Prado, de los hermanos Leoncio, Justo y Grocio, peruanos que lucharon por la independencia de Cuba; de los momentos de confluencia y desencuentros entre ambas naciones, de sus amistades en el país, de la Rosa Naútica, la gastronomía y la artesanía de diferentes rincones de esta vasta geografía.

Y, por supuesto, de Porras Barrenechea, ante quien los cubanos independentistas -que somos la inmensa mayoría- nos quitamos los sombreros. Le fascinaba el Perú y le tenía un amor entrañable.

EUSEBIO Y SAN MARCOS

Como quien no quiere las cosas, me mencionó a la salida que la Universidad de San Marcos lo había propuesto para el Honoris Causa.

Me confesó que para él sería un altísimo honor, por lo que no desmayé hasta agotar todos los esfuerzos y verificar que el prestigioso centro educacional completaba los trámites.

Cuando se concretó la decisión, me dijo que recibiera el título en su nombre, pues los médicos le habían proscrito viajar.

De manera que, con la generosa comprensión y disposición del doctor Orestes Cachay, este viajó a La Habana y le invistió con el anhelado título en la prestigiosa universidad de San Gerónimo, cuya reconstrucción el galardonado lideró.

Eusebio atesoró además la orden El Sol del Perú y la medalla de la Ciudad de Lima.

Tras su fallecimiento el pasado 31 de julio, la Embajada de Cuba en Perú ha recibido numerosísimas expresiones de simpatía que nos han hecho llegar peruanos de todos los confines.

En estos días hemos visto manifestaciones de admiración profunda. Se le rinde homenaje como gran humanista, culto orador, cristiano, revolucionario, fidelista, historiador, predicador, profeta, maestro, hombre de pueblo.

Todo eso y más fue Eusebio, a quien no podríamos etiquetar. Pero si nos forzaran a hacerlo, tendríamos que apelar a su apellido. Fue Leal a su pueblo, a su cultura, a su Revolución.

*Embajador de Cuba en Perú

(Tomado de la agencia Prensa Latina)



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