En la Zona Roja, de la Unidad de Vigilancia Intensiva, Sandro Catalá, 1ro a la derecha. Foto / Mireya Ojeda.
Por. Mireya Ojeda Cabrera
Cienfuegos, Cuba.- Al personal del Ministerio de Salud Pública, que trabaja en el Hospital General Universitario Doctor Gustavo Aldereguía Lima, de esta ciudad del centro y sur expresan agradecimientos por salvar sus vidas, los pacientes recuperados de la COVID-19.
Escucho comentarios positivos, con nombres y apellidos, como los del Doctor Sandro Roberto Catalá Pérez, Jefe de la Sala No.2, de la COVID-19 ubicada en la Zona Roja, de la Unidad de Vigilancia Intensiva, conocida por los cienfuegueros como Sala de Observación.
Su experiencia cambió incorporado a la Zona Roja atendiendo a los pacientes positivos debido a la compleja situación epidemiológica del Cuba, pues lo conozco por su especialidad de Oftalmología.
“En lo personal y en lo espiritual, comenta, la experiencia ha sido muy grande. De la especialidad en Oftalmología, me enrolé con las manifestaciones respiratorias, con los pacientes que tienen la respiración comprometida y el estado general. Ha sido bien intenso el trabajo acá”.
Sandro Roberto Catalá confiesa que se ha crecido espiritualmente y como persona
“Cuando usted los recibe en las salas comprometidos así, agrega, y ya los ve después evolucionar y les da el alta, la satisfacción es muy grande. Llevamos casi un año y seis meses trabajando acá y todos los días tenemos que poner un poco más de esfuerzo y sacrificio en lo personal y en la familia”.
Admite el galeno que trabajar en Zona Roja implicó miedo cuando le encomendaron la tarea
“Después cuando ibas enfrentando a los pacientes, apunta, cuidándolos y tratándolos, todos esos miedos fueron paulatinamente desapareciendo, pero sentimos miedo cuando llegamos a trabajar, porque cuando veía a los pacientes, sabía que era una enfermedad altamente contagiosa, peligrosa y que podía llevar al traste con la vida. Si sentimos miedo”.
Ahora, trata de frente a la COVID
“Ya no con esos miedos, considera, sí con muchos cuidados, reservas, un poco más confiado en lo que hemos hecho y satisfecho de los pacientes, que han podido salir, que hemos visto complicados. A veces ni se contaba con la vida de ellos y afortunadamente pudieron estar hoy incorporados con su familia”.