Tercer debate republicano. (Foto:Milenio)
Por Alfredo García Almeida*
La transición “democrática” en EEUU, va perdiendo contenido y brillo. El pasado miércoles, se llevó a cabo el tercer debate presidencial republicano en Adrianne Arsht Center, en el centro de Miami, Florida, con la participación de cinco precandidatos y la ausencia del expresidente, Donald Trump, quien prefirió celebrar a la misma hora un mitin electoral en Hialeah, ciudad con mayoritaria población cubana, a 12 kms de la sede del evento.
Excepto la disminución paulatina de los contendientes, 8 en el primer debate el 24 de agosto, 7 en el segundo debate el 28 de septiembre y 5 en este tercer debate, el intercambio entre los precandidatos sobre los problemas más acuciantes de los estadounidenses, decepcionaron las expectativas de los electores, cuyo interés por los debates políticos televisivos también está disminuyendo.
Un día antes, los votantes de Ohio consagraron el derecho al aborto en su Constitución y los republicanos sufrieron derrotas en elecciones en Kentucky y Virginia, demostrando que el aborto sigue movilizando al electorado demócrata. Los comicios favorecieron las iniciativas, para que las mujeres tengan derecho a decidir. Sin embargo, durante la primera hora y media, los 5 aspirantes republicanos ignoraron el tema que apareció 20 minutos antes del cierre del debate, por lo impopular de sus opiniones sobre el aborto.
Sin embargo el tema del “ausente presente” (Trump), apareció apenas iniciado el debate, con la característica de que esta vez, los 5 precandidatos matizaron sus críticas hacia el expresidente. DeSantis, dijo: “Es un tipo diferente del que era en 2016”; y Haley recomendó a los republicanos, que “no persigan glorias pasadas”. Ambos luchan por ocupar el segundo lugar en las encuestas, quizás pensando en las recientes declaraciones del expresidente, que dijo estar en búsqueda de un compañero de candidatura presidencial.
En cuanto a la guerra de Israel contra Hamas, hubo más consenso que discrepancias entre los cinco precandidatos, compitiendo por demostrar su apoyo a las declaraciones del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de “aniquilar” a Hamás. Sin embargo, hubo fuertes divisiones sobre si Washington, debía seguir apoyando a Ucrania frente a la agresión rusa.
Ramaswamy lanzó una fuerte crítica al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, acusando al país de albergar “el nazismo y creencias antidemocráticas”.
Posteriormente, el debate derivó a la frontera entre EEUU y México, dejando dudas sobre si continuar el apoyo estadounidense a la nación azteca. “No vamos a enviar a sus hijos e hijas a Ucrania”, dijo De Santis. “Voy a enviar tropas a nuestra frontera sur”. Uno de los momentos más tensos, surgió de prolongadas discusiones sobre, TikTok, la plataforma de redes sociales de propiedad china, que los republicanos critican, culpándose mutuamente de facilitar antes en EEUU, las iniciativas tecnológicas chinas.
Durante el debate, los precandidatos Christie y Scott, quedaron marginados. Su rezago en las encuestas, podría ser el motivo para que los otros 3 precandidatos no le dedicaran su atención. Expertos predicen que ambos, pueden ser las próximas bajas en el cuarto debate presidencial en diciembre en Tuscaloosa, Alabama, donde según su principal asesor, Chris LaCivita, Trump tampoco participará.
