Gaza bajo bombardeo de fuerzas sionistas. Foto: Archivo/RHC
Por Maritza Gutiérrez (RHC)
Por estos días en que el mundo asiste a un nuevo holocausto ante la mirada perpleja de millones de personas que levantan sus voces contra esa nueva barbarie, la poesía también se alza para la denuncia y la resistencia.
Entre una pléyade de poetas y poetisas palestinas, cuya voz trasciende el tiempo y se yergue como espada contra el genocidio sionista, destacan Mahmud Darwish, Samih Al-Qasim, Náhida Izzat y Marwan Makhoul.
De la autoría de este último son unos versos que se han hecho virales durante las últimas semanas:
Para escribir una poesía que no sea política/ debo escuchar a los pájaros. / Pero para escuchar a los pájaros/ hace falta que cese el bombardeo. /
Este poeta, hijo de padre palestino y madre libanesa, nació en 1979 en un asentamiento árabe no reconocido, uno de esos lugares, que sobrevivieron a la Nakba en la alta Galilea, controlado por el Gobierno de Israel.
Makhoul creció bajo la influencia del espíritu patriótico comunista de su familia, y estuvo involucrado en el activismo político, donde junto con su padre, trabajó a la edad de siete años como distribuidor del periódico del Partido Al-Ittihad.
Hoy es un poeta reconocido. Obtuvo el Premio Escritor Joven (1997), con solo 17 años. También ganó una beca de la Asociación de Poesía Helicon, en 2005, para especializarse en la traducción literaria.
Bajo la supervisión de la Red de Escritores Palestinos, y dentro de la Celebración de Jerusalén como la Capital de la Cultura Árabe, en 2009, su obra, “Tierra de la triste pasiflora”, ganó el Premio de Poesía, como una de las mejores obras del mundo, escritas por poetas palestinos jóvenes (2009).
Después de la Primavera Árabe/Palestina es la última hoja de frambuesa/ en la rama de la revolución/
Los poemas de Marwan Makhoul han sido traducidos al inglés, turco, italiano, francés, hebreo, irlandés, serbio, hindi y polaco y sobre su recorrido poético, se han publicado numerosos ensayos y estudios críticos. Algunos de sus poemas se han convertido en canciones y documentales.
Hace más de sesenta años que estamos rogando al mundo/como si fuéramos un pez llorando en el agua/
Para Makhoul, la cuestión palestina va más allá del territorio: «Incluso si los palestinos vinieran y dijeran: “No queremos nada, no tenemos demandas de ustedes, tómennos y hagan con nosotros lo que quieran, los judíos en el Estado todavía enfrentarían un problema. Realmente no quieren que los árabes se integren”, afirma.
“En cierto sentido, al Estado de Israel le conviene estar en constante estado de guerra”, aseveró.
Dice Makhoul que el miedo demográfico bloquea la verdadera paz. En su opinión, “Israel debe reconocer el derecho de los palestinos a regresar a su tierra”.
Por su cuenta, la semilla germina en otra tierra,/en cuanto a nosotros, también germina por su cuenta,/ y del abono de los mártires./
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