Foto: Arelys García
Por Arelys García Acosta*
Casi bajo el fuego cruzado de Playa Girón nació el Ministerio del Interior. Nació como escudo, frente a tanto golpe siniestro y traidor de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de los batistianos, que se negaban a creer que su dictadura era polvo en el viento.
El Ministerio del Interior nació, por ley, el 6 de junio de 1961, frente al explícito interés del Gobierno de Estados Unidos de que la Revolución cubana se viniera abajo.
Nació también como escudo ante los mercenarios, quienes, dentro y fuera de este archipiélago, respiran y andan al compás de los billetes verdes, sacados de la bolsa de la Casa Blanca.
Muchos rostros lleva el Ministerio del Interior. Ahí están, quienes, desde el silencio, han desarticulado y continúan haciendo agua los planes de sabotajes, de asesinato a nuestros principales dirigentes. No existe prueba mayor de la efectividad de los órganos de la Seguridad del Estado que haber desmontado más de 600 intentos de asesinato a Fidel.
El Ministerio del Interior lleva el rostro de quienes enfrentan todo tipo de delito, en las calles o en un laboratorio de criminalística; de quienes cuidan nuestras costas; lleva el rostro de los combatientes de las Tropas Especiales, de Protección contra Incendios, Inmigración y Extranjería, Carné de Identidad y Tránsito, entre otras fuerzas; todas en función de un objetivo: garantizar la tranquilidad y el orden interior de la nación.
Con ese propósito nació el Ministerio del Interior; nació casi bajo el fuego cruzado de Playa Girón para ser escudo del país, y hoy continúa siéndolo.
*corresponsal de Radio Habana Cuba en Sancti Spíritus