Serafín Sánchez, la lealtad a Martí

Editado por María Candela
2024-11-18 17:21:45

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Serafín Sánchez y José Martí

Por: Arelys García Acosta*

En el aniversario 128 de la caída en combate del Héroe de las Tres Guerras por la Independencia de Cuba, Sancti Spíritus recuerda al amigo fiel de José Martí.  

Del hijo ilustre de Sancti Spíritus, del amigo incondicional de José Martí en su emigración a Cayo Hueso, del aliado fiel a quien el Apóstol confió importantes misiones Juan Gualberto Gómez, otro grande de la historia cubana, expresó: “Serafín Sánchez fue uno de los más activos, perseverantes y decididos defensores de la independencia patria; nunca desesperó de la victoria; su fe en la justicia de nuestra causa se sobrepuso siempre al desaliento que pudieran inspirar los parciales fracasos del ideal redentor”.

Con certeza, Serafín fue un valiente. El 6 de febrero de 1869 se levantó en armas el paladín de las tres guerras, específicamente en Los Hondones, al frente de 45 hombres, y partir de ahí eslabonó una serie de acciones heroicas, que se vieron coronadas con el grado de Mayor General, concedido el 12 de diciembre de 1879, desde Nueva York, por el Mayor General Calixto García Íñiguez, principal organizador de la Guerra Chiquita.

Con esta decisión García Íñiguez reconocía la entereza y los aportes concretos del espirituano a la causa independentista contra el colonialismo español. Sin el afán de sobresalir dentro de las filas del Ejército Libertador, Serafín fue ascendido gradualmente.

El mambí de siempre, el 24 de julio de 1895, junto a Carlos Roloff y José María Rodríguez, dirigió el desembarcó por Punta Caney, Tayabacoa, expedición que trajo a la Isla cientos de armas y 150 hombres para dar un notable impulso a la actividad combativa de la región.

El prócer de las tres guerras por la independencia de Cuba sintió como otros patriotas el dolor de la ausencia de aquellos que murieron en los campos de batallas, sintió como otros el rigor de la sed y el hambre, de la ropa raída y los pies semidesnudos; ese era el precio de la libertad ansiada tantas veces.

No ha de extrañarse entonces, que en 1893, el General espirituano Serafín Sánchez recibiera el encargo de José Martí de compilar en un libro la poesía que se recitaba en los campos de batalla y escribir la biografía de varios de sus compañeros caídos en la contienda del 68.

Héroes humildes (1894) es la historia de seis combatientes contada por el propio Serafín y una biografía suya escrita por Gonzalo de Quesada.

“Allí están nuestros gemidos, y nuestra altivez, y nuestros albores –escribió Martí–: allí Miguel Gerónimo Gutiérrez y José Joaquín Palma, y “El Hijo del Damují” y Luis Victoriano Betancourt, y Ramón Roa y Francisco La Rúa: allí lo más popular y sentido de la poesía escrita de nuestros diez años. Cada poesía lleva su historia. De aquellos tiempos, nada se ha de perder. Este es libro del corazón, que va a ser muy amado”.

Sobre este hombre sincero y justo que fue el patriota espirituano, el  Héroe Nacional escribiría en carta enviada a Eduardo Hidalgo Gato: De sólidos méritos y limpio corazón (…), el valiente y sensato cubano Serafín Sánchez. De soldado se anduvo toda Cuba, y adquirió gloria justa y grande. Es persona de discreción y de manejo de hombres, de honradez absoluta y de reserva, y como usted lo ve tiene de columna hasta la estatura”.

*corresponsal de Radio Habana Cuba en Sancti Spíritus

 



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