Jóvenes especialistas del Departamento de Protecciones de la UEB Subestaciones de la Empresa Eléctrica de La Habana.
Por Yilian Gonzalez Salgado
Proyectos innovadores de jóvenes de la Empresa Eléctrica de La Habana optimizan el servicio en importantes instituciones capitalinas.
Recientemente la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores -ANIR-, una organización que promueve y motiva las iniciativas creadoras de los trabajadores hacia la búsqueda de soluciones basadas en la ciencia y la técnica, premió el éxito de dos proyectos innovadores de jóvenes especialistas del Departamento de Protecciones de la Unión Empresarial de Base (UEB) Subestaciones de la Empresa Eléctrica de La Habana, el máster Rolando Pérez Hermoso y el ingeniero Ángel Alberto Ramos Dinza, quienes trabajaron, con creatividad y competencia, al poner nuevamente en servicio un selectivo que se encontraba de baja por un período mayor a cinco años y que alimenta dos instituciones sanitarias. El segundo proyecto permitió la recuperación de un equipo transferencial, inoperante por un largo período, en el teatro Karl Marx.
Como parte de sus rutinas productivas, en un proceso conocido como control y protección de los equipos, los expertos identificaron el daño e iniciaron la inspección hacia una eventual reparación, que especialistas anteriores consideraron imposible.
Sobre el particular detalló Pérez Hermoso: “Poner en marcha el selectivo del Hospital Oncológico no sólo aumentó la confiabilidad del servicio eléctrico que ofrece la Empresa Eléctrica La Habana, sino que además permitió que la institución sanitaria pudiera actuar con mayor tranquilidad en casos de contingencia. El proceso ameritó la reconstrucción del plano de funcionamiento del selectivo a partir de una estrategia conocida como ingeniería inversa, que facilita la comprensión del diseño original del equipo.”
Por otro lado, Ramos Dinza resaltó que “la reparación del transferencial del Teatro Karl Marx, para un servicio óptimo y de calidad, representó además el ahorro de combustible para la generación distribuida por grupos electrógenos y también para la institución en cuestión, que no requirió importar un nuevo equipo, costoso en el mercado internacional, donde se estima tiene un valor aproximado de 50 000 euros con una equivalencia en moneda nacional de un millón doscientos mil pesos cubanos”
Los jóvenes eléctricos Rolando Pérez Hermoso y Ángel Alberto Ramos Dinza también han trabajado en la recuperación de relés de protección, diferenciales de líneas y otras tareas por las que se sienten atraídos y apasionados. La meta, aseguran, es continuar superándose y aportando, a la organización que tanto aman, desde la utilidad de la virtud.