Cienfuegos, 23 mar (RHC) Dazhu Yang, Director General Adjunto para la Cooperación Técnica del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), inauguró aquí el Observatorio Regional del Caribe para el Estudio de la Acidificación Marina, al calor del Proyecto RLA/7/020, financiado por el referido organismo.
En sus palabras de apertura de la instalación, Yang lo calificó como «un importante acontecimiento» y recordó que OIEA «es uno de los miembros de la familia de las Naciones Unidas, fundado en 1957, el cual trabaja con los estados miembros -como Cuba-, para promover la utilización pacífica de la energía atómica y el empleo de esta para el desarrollo y el área de la protección ambiental: una de las más importantes en cuanto a la cooperación», refiere el diario Granma.
«El Gobierno cubano le confiere mucha importancia al área de la protección del medio ambiente y sé que hay muchos científicos competentes trabajando en la esfera, que cuentan con sus propios proyectos nacionales y nuestro organismo -a través de su cooperación técnica-, le ha dado apoyo en este compromiso y estoy muy contento de saber que dicho respaldo ha sido útil y ha contribuido a sus esfuerzos», subrayó el directivo.
Alain Muñoz Caravaca, en representación del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos –el cual lleva 15 años de cooperación con el Organismo y al que se vincula el observatorio enclavado en el Centro Internacional de Buceo de Faro Luna–, afirmó por la parte cubana que la nueva institución «es expresión de la sólida cooperación del organismo con Cuba».
Aseveró que la flamante institución científica representa «una nueva fortaleza y el reto está en generar nuevos productos del conocimiento a partir de la información captada por su tecnología, garantizar su explotación plena y contribuir así a interpretar cada vez mejor las señales y proponer medidas de adaptación o mitigación más apropiadas a las condiciones locales y nacionales».
La acidificación es el progresivo incremento de la acidez del océano, de muy negativo impacto en la fauna y la flora marinas. La actual tasa, de acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica, podría no tener precedentes en la historia terrestre.