Por Lorenzo Oquendo

La Habana, 25 jun (RHC) Los nocivos efectos del cambio climático en el mundo siempre manifiestan relación con altas temperaturas, emanaciones de gases de efecto invernadero e inundaciones marítimas, entre otras irregularidades que impactan el medio ambiente.

Sin embargo, los perjuicios del cambio climático se extienden también a los alimentos, especialmente vegetales como hortalizas y legumbres con pérdidas de rendimiento productivo por el aumento de la temperatura global de estos tiempos en el planta tierra.

De acuerdo con investigadores del clima sobre cultivos agrícolas, la calidad nutricional de vegetales disminuirá a medida que sea menor la disponibilidad de agua y mayor las concentraciones de ozono debido a los cambios ambientales, que continúan en ascenso.

En los entornos cálidos  del sur de Europa y Asia, además de regiones de Africa el aumento de la temperatura de esos entornos reducirá el rendimiento promedio de vegetales en 31 por ciento calcularon científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres con el perjuicio no solamente en la calidad nutricional, sino al consumo de estos nutrientes para las dietas saludables.

Esta situación combinada entre efectos del cambio climático con los alimentos, especialmente  vegetales,  tiene el pronostico de que también ocurrirá la inestabilidad de cereales en el mercado mundial con la volatilidad de precios en la seguridad alimentaria.

Esa inestabilidad de cereales igualmente impactada por el cambio climático tendrá incertidumbre entre los agricultores por la poca cosecha de estos alimentos y reducciones económicas de sus negocios al dejar de comercializar las cantidades de productos acostumbrados.

Pero hay mas. Si la temperatura de la tierra aumenta hasta los dos grados centígrados se incrementarán también pérdidas alimentarias como el maíz, grano con mayores exportaciones en Brasil, Estados Unidos, Argentina y Ucrania donde se verificarán fatales rendimientos de cosecha.

Realmente un pronóstico ambiental ampliamente perjudicial con los alimentos desde campos agrícolas donde el ambiente requiere de normalidad, sin extremas sequías e intensas lluvias,  ni fuertes congelaciones en países que afrontan muy bajas temperaturas ambientales.

El agricultor es aquella persona que al observar el entorno ambiental que rodea sus producciones alimentarias, es capaz de predecir próximas lluvias y calentamiento solar. Solo que en estos tiempos esa observación natural de personas que laboran en campos agrícolas dejan de manifestarse por el alto grado de inestabilidad climática debido al constante aumento calórico, derretimiento de glaciares e irregulares tormentas.

Es por tanto, imprescindible recordar que los acuerdos climáticos establecidos mundialmente son de preciso cumplimiento por aquellos que influyen negativamente en el ambiente planetario.