Ciudad México, 11 jun (RHC) La “zona muerta” del Golfo de México, un área donde el agua contiene niveles tan bajos de oxígeno que no puede acoger vida marina, está cercana a alcanzar una expansión récord, de acuerdo con previsiones de científicos publicadas la víspera por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos -NOAA.
De acuerdo con una nota de la NOAA, “un factor importante que contribuye este año a la gran zona muerta es la gran cantidad de lluvia de primavera, por encima de lo normal, en muchas partes de la cuenca del río Mississippi”, lo cual generó un caudal récord que arrastra gran cantidad de fertilizantes y otros nutrientes río abajo.
La alta concentración de nutrientes provoca una proliferación de algas, que se descomponen en el lecho marino y consumen oxígeno desde el fondo en una franja a lo largo de las costas de Luisiana y Texas.
La NOAA precisó que la zona de bajo oxígeno o hipóxica podría abarcar un área de 20 200 kilómetros cuadrados, una superficie similar a la del estado norteamericano de Massachusetts. Un equipo de expertos de Luisiana calculó que la expansión alcanzará 22 560 kilómetros cuadrados.
El fenómeno será medido en julio durante una travesía anual del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana. El récord de área de la zona hipóxica, establecido en 2017, es de 22 700 kilómetros cuadrados.
Los científicos ya habían adelantado que las inundaciones generalizadas hacían más probable que la zona muerta alcanzara una gran extensión.
Un equipo formado por agencias federales, estatales y tribales de 12 de los 31 estados en la cuenca del Mississippi fijó hace casi dos décadas el objetivo de reducir la zona muerta de su tamaño medio de unos 15 000 a una media de 4 900 kilómetros cuadrados.
“Aunque la zona este año será más grande de lo normal debido a las inundaciones, la tendencia a largo plazo no cambia”, indicó en una nota de prensa el ecólogo acuático de la Universidad de Michigan Don Scavia, profesor emérito de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
“La conclusión es que nunca alcanzaremos el objetivo de reducción de la zona muerta a 1 900 millas cuadradas hasta que se tomen medidas más serias para reducir la pérdida de fertilizantes del centro-norte del país al sistema del río Mississippi”, advirtió. (Fuente: Cubadebate).