Antonio Núñez Jiménez
Sancti Spíritus, 20 abril (RHC) En el centenario del natalicio de Antonio Núñez Jiménez, considerado el cuarto descubridor de Cuba, un destacado investigador narra hoy sus vivencias sobre el ilustre científico, quien visitó varias veces esta provincia central.
El máster en Ciencias de Ecología y Sistemática Aplicada, Abel Hernández, delegado de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ) en Sancti Spíritus, conversó sobre el eminente geógrafo, espeleólogo, arqueólogo y escritor.
Durante este año, dijo, impulsamos un plan de actividades para celebrar su centenario y en la XXXI Feria Internacional del Libro en predios espirituanos dictamos conferencias, desarrollamos paneles, proyectamos clips de videos y presentamos libros de su autoría.
Núñez Jiménez, quien nació el 20 de abril de 1923 y murió el 13 de septiembre de 1998, dirigió la expedición En canoa del Amazonas al Caribe (1987-1988), la cual recorrió 20 países de las cuencas del Amazonas, el Orinoco y del Mar Caribe, refirió el también escritor.
Explicó que el homenajeado brindó una especial atención a los accidentes geográficos de Sancti Spíritus y a las expresiones del arte rupestre (pictografías y petroglifos aborígenes) y conoció bases de campismo como Planta Cantú y Manacal, así como visitó Trinidad.
“Estuvo en el territorio 28 veces, en lugares como las cuevas de Cayo Caguanes, el campamento rupestre de El Garrote (con petroglifos aborígenes), y el local de la Delegación Provincial de la FANJ en 1998, cuando fue inaugurado por él”, precisó.
Los espirituanos identifican este último sitio como el Museo de la Canoa, pues allí está la llamada Hatuey, y otra de sus visitas fue la realizada al Elemento Natural Destacado Hornos de Cal, aseguró.
Caguanes, enclavado al norte de la provincia espirituana, “fue muy importante para él. En 1948, en el marco del Año Geofísico Internacional, organizó y realizó una expedición a las cuevas de este cayo”, planteó el experimentado biólogo.
De sus experiencias en las cavidades subterráneas de la ínsula escribió y publicó el libro Las cuevas de Caguanes, que integra la colección en 50 tomos La naturaleza y el hombre, destacó Hernández.
“Las espeluncas de Caguanes tienen un nivel de significación nacional “pues esos antros son de un tipo espeleogenético único denominado por él Tipo Caguanes y están contenidas en el territorio del Parque Nacional de igual nombre”, significó.
Lo conocí primero a través de sus libros Así es mi país, una geografía para los niños y Las Américas, dos obras cargadas de recursos didácticos que causaron una gran impresión en mí, y a partir del 15 de enero de 1980 personalmente, comentó durante la entrevista.
Era un erudito extraordinario, pero a la vez un hombre muy sencillo que se relacionaba, conversaba y compartía con los espeleólogos noveles como yo, concluyó.
Cristóbal Colón, el barón alemán Alejandro de Humboldt y el sabio cubano Fernando Ortiz recibieron, en ese mismo orden, el calificativo de descubridores de Cuba. (Fuente:PL/ Mayra Pardillo)
