Rinoceronte blanco nace en Dinamarca. Foto: Archivos Reuters
Copenhague, 18 jun (RHC) Científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, identificaron tres mil 722 especies de reptiles, anfibios, aves y mamíferos en peligro de extinción por vivir en zonas propensas al impacto de huracanes, terremotos, tsunamis y volcanes.
También destacaron las estrategias para prevenir estas extinciones, como los programas de cría en cautividad para aumentar el tamaño de la población y la translocación de esas especies, explicó el investigador posdoctoral Fernando Gonçalves, uno de los autores del estudio.
Según los expertos, la mitad de estas especies se encuentran en lo que califican de alto riesgo de extinción debido a peligros naturales, y la mayoría de ellas viven en los trópicos y especialmente en islas tropicales que ya han experimentado muchas extinciones desde la colonización por los humanos.
Añadieron que para ayudar a las especies a resistir los peligros naturales, algunas pueden ser trasladadas a zonas más seguras y se pueden establecer medidas de conservación como programas de cría en cautiverio.
Un ejemplo de ello es un loro endémico que solo se encuentra en la isla caribeña de Puerto Rico, de acuerdo con el artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
La cotorra puertorriqueña, que antes estaba muy extendida pero que ahora está en peligro de extinción debido a la actividad humana y los huracanes, está siendo protegida mediante la cría en cautiverio y los esfuerzos de reintroducción en todo Puerto Rico, detalló Gonçalves.
Los autores pretenden que su estudio vaya más allá de simplemente enumerar las especies en riesgo debido a peligros naturales y fomente análisis que exploren y comprendan los impactos ecológicos más amplios, como la pérdida de interacciones entre estas especies y sus entornos.
Teniendo en cuenta que muchos aspectos vitales de los ecosistemas, como la polinización y la dispersión de semillas, dependen en gran medida de las interacciones entre organismos vivos, la pérdida de estas interacciones puede tener consecuencias significativas., subrayó.
“Esto podría dar lugar a una disminución más rápida del número de especies y una disminución de las funciones del ecosistema. No estamos perdiendo sólo una especie, sino una multitud de funciones ecosistémicas que estas especies proporcionan”, afirmó el investigador. (Fuente: Prensa Latina)