Tokio, 28 abr (RHC) La región del suroeste de Japón golpeada por dos potentes terremotos que han causado medio centenar de muertos ha padecido ya más de 1.000 réplicas desde que se produjo el primero de estos fuertes temblores hace dos semanas.
Tal actividad sísmica es inusualmente alta incluso para Japón, un país que sufre muchos movimientos telúricos y que el año pasado registró 1.842 terremotos perceptibles por el ser humano.
Por este motivo, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) instó a mantener la alerta en Kumamoto y Oita, las dos prefecturas de la isla de Kyushu más afectadas por este desastre.
La primera de ellas registró el pasado jueves 14 de abril un violento terremoto de 6,5 grados Richter que desató la cadena de movimientos telúricos, uno de los cuales alcanzó dos días después los 7,3 grados y resultó aún más destructivo.
Como resultado de los temblores, que han dejado 49 muertos y un desaparecido por efecto de derrumbamientos y corrimientos de tierra, 30.000 personas permanecen aún evacuadas de sus hogares.
Las autoridades han informado además de que 16 personas han fallecido después de los terremotos víctimas de la fatiga y el estrés provocados por las duras condiciones que se viven en la zona, donde muchos han tenido que pernoctar en sus coches durante días.