La Habana, 28 oct (RHC) Este viernes comienza el XXV Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, la más importante cita de su tipo en la región. Bailarines y compañías de cuatro continentes ofrecerán lo mejor de su arte.
Todo el mundo sabe que La Habana es una de las grandes ciudades de la danza universal. Pocas, poquísimas urbes del mundo cuentan con tantas compañías, que cubren un amplísimo espectro: desde el ballet, pasando por las expresiones folclóricas, hasta lo más contemporáneo. Pocos países cuentan con un sistema de enseñanza artística tan integral, que garantiza la constante renovación de los elencos, refiere el portal CubaSi.
Y del público mucho se hablado ya. Solo una muestra: unos días antes de que comenzara oficialmente el XXV Festival Internacional de Ballet de La Habana —que desde este año lleva el nombre de su fundadora y directora general, Alicia Alonso— apenas quedaban entradas para la mayoría de las galas. Y ya era imposible encontrar localidades para algunas funciones.
La cita que comienza este viernes se consolida como una de las más relevantes fiestas culturales del país. Y no solo por su extraordinaria acogida popular, sino también por la participación de algunos de los mejores bailarines del mundo, procedentes de las mecas de la danza.
Este año no vienen lo que se dice grandes compañías, aunque sí primerísimas figuras de elencos como el American Ballet Theatre. Es el caso de María Kochetkova, una rusa que ahora mismo encabeza carteles en los principales teatros del mundo.
Hace poco tiempo ya estuvo en La Habana, en la gala de estrellas internacionales que tuvo lugar en el Gran Teatro; parece que quedó fascinada por la acogida del respetable. Ahora bailará una función completa del clásico Don Quijote, acompañando a un viejo conocido de los aficionados del patio, el primer bailarín cubana Joel Carreño, que integra el Ballet Nacional de Noruega. Una función que un balletómano no debería perderse, por suerte está programada para un auditorio de gran capacidad: la sala Avellaneda del Gran Teatro Nacional de Cuba.
Otros conocidos por aquí son los primeros bailarines Ashley Bouder y Joaquín de Luz, del elenco del New York City Ballet, que ofrecerán pas de deux en algunas de las galas. Y hablando de la célebre compañía estadounidense, uno de sus coreógrafos del momento acude para ofrecer por primera vez en Cuba piezas de su autoría.
Se trata de Justin Peck, que viene al frente de un grupo de figuras de la danza de ese país: Dance Americana. Bailarán algunos títulos muy celebrados por la crítica: Furiant, In Creases, Year of our lord y Rodeo: four dance episodes… Será el sábado 29 y domingo 30, a las 5:00 p.m., en la sala Covarrubias del Teatro Nacional.
Otra compañía de referencia es la fundada en 1926 por la célebre bailarina y coreógrafa Martha Graham (1894-1991), que lleva su nombre.
Les Grands Ballets Canadiens, una agrupación con base en Montreal, ofrecerá Black Milk, parte de un espectáculo mayor de danza contemporánea: Minus One, coreografiado por Ohad Naharin.
Completan la nómina de agrupaciones invitadas el Buenos Aires Ballet (Argentina) y el Ballet West (Estados Unidos), además de solistas del Washington Ballet (Estados Unidos), el Northern Ballet (Gran Bretaña), el Ballet Nacional de Mongolia, el Arts Ballet Theatre of Florida (Estados Unidos), el Ballet Nacional de Uruguay (SODRE) y el Dutch National Ballet (Holanda).
También del Ballet Hispánico de Nueva York (Estados Unidos), el Universal Ballet (Corea del Sur), el Ballet Nacional de Noruega, el Balleteatro Nacional de Puerto Rico, el Ballet de Munich, la Compañía Nacional de Danza de España y el Ballet del Teatro San Carlo de Nápoles, Italia.
La compañía anfitriona, no faltara más, es el Ballet Nacional de Cuba (BNC). Bailarines de la jovencísima agrupación Acosta Danza y de la compañía de Irene Rodríguez participarán en algunas de las galas.
Para la función de apertura de este viernes se reserva el estreno mundial de Oscurio, la más reciente creación de la coreógrafa colombo-belga Anabel López Ochoa para el BNC. A lo largo de los diez días de la celebración se podrán ver por primera vez en La Habana más de tres decenas de piezas. La fiesta apenas comienza: hay mucho que contar.