Rendirán homenaje a bailarina cubana Marta García a un año de su fallecimiento

Editado por Julio Pérez
2017-08-22 06:19:15

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Marta García

La Habana, 22 ago (RHC) Artistas e historiadores rememorarán este martes el legado de la primera bailarina, coreógrafa y maestra del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Marta García, fallecida este año a la edad de 68, víctima de cáncer.

Según un comunicado de la compañía dirigida por Alicia Alonso, el homenaje tendrá lugar en el Museo Municipal de Guanabacoa, de esta capital donde nació la artista que también fuera directora del Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires, en Argentina.

El primer bailarín y profesor del BNC, Orlando Salgado, viudo de García, donará los últimos zapatos con los que la destacada bailarina interpretó el papel de La Novia en la obra Bodas de sangre, coreografiada por el bailaor español Antonio Gádes, refiere Prensa Latina.

A propósito de celebrarse en el museo de Guanabacoa el acto central por el aniversario 57 de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, Salgado concederá además a la institución el cuadro de Hija Ilustre que recibiera García del gobierno del municipio habanero, así como una medalla de la localidad.

La artista comenzó a ganar premios apenas con tres años de edad, en la natal Guanabacoa, y en la década de 1950 obtuvo una beca en la academia de ballet Alicia Alonso.

De acuerdo con el historiador del BNC, Miguel Cabrera, en 1956 la chica devino estrella infantil de la televisión cubana y se presentó en los años subsiguientes en programas estelares junto a grandes artistas como Benny Moré, Rosita Fornés y Candita Quintana, entre varios.

Cuando triunfa la Revolución en 1959 ella era una estrella, pero de una grandeza tal que en 1961, cuando se crea la escuela elemental de ballet de La Habana, no vaciló en tomar la sabia decisión de abdicar su endeble trono artístico y cambiarlo por un uniforme de alumna, contó el académico a Prensa Latina.

García conquistó la medalla de oro en la categoría Juvenil del Concurso Internacional de Varna en 1968, y dos años después la presea plateada y el Premio a la Mejor Técnica.

En 1969, ganó un Diploma de Honor en el certamen de Moscú; una Estrella de Oro en el Festival Internacional de Danza de París, en 1970; y el Galardón a la Excelencia Individual, Premio Especial, Medalla y Diploma de Honor en el Concurso de Japón, de 1976.

También, obtuvo la Medalla de la Amistad de Viet Nam en 1978, un Diploma de Reconocimiento de la Uneac (Unión de Artistas y Escritores de Cuba) en 1987, la Distinción por la Cultura Nacional y el título de Profesora Titular Adjunta del Instituto Superior de Arte, en 1997.

La maestra trabajó con diversas instituciones culturales en España, entre ellas el Instituto de Danza Alicia Alonso y el Ballet de Cámara de Madrid, ciudad donde murió el pasado 29 de enero.

Cabrera rememoró además la labor como coreógrafa de numerosas piezas y al evocar su presencia escénica citó al crítico inglés Arnold Haskell, quien la consideró una mezzosoprano del ballet, porque su baile poseía un registro dramático distintivo.

Aunque podía ser lírica hay que recordarla como una bailarina dramática siempre muy expresiva, muy técnica, una de las técnicas más fuertes que ha dado la escuela cubana de ballet, especialmente virtuosa en los giros, pero siempre en función de un por qué, de un carácter, de un personaje, apuntó.



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