Foto:Cubaescena
La Habana, 9 nov (RHC) Por primera vez en la historia del arte circense en nuestro país se otorgó el Premio Nacional de Circo, galardón que –bajo el auspicio del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, el Circo Nacional de Cuba y el Ministerio de Cultura– se crea como máximo reconocimiento al trabajo de creadores e intérpretes en esa manifestación.
Los seleccionados, entre las nueve nominaciones presentadas para esta especial edición, son dos grandes artistas cuyas trayectorias han marcado pautas en el desarrollo de la especialidad en Cuba: Reinaldo Hernández Padrón y Heriberto Arias.
Con respecto al primero, la miembro del jurado, Gladys Alvarado, comentó que es «el último de los Montalvo, la familia por excelencia del circo cubano, con una tradición que data de finales del siglo XIX y que ha honrado a las pistas nacionales e internacionales; un hombre que ha brillado como artista, como jefe de pista, como maestro de generaciones».
Ciertamente, Hernández Padrón es una de las glorias con las que cuenta el circo cubano.
Gladys Alvarado se refirió también a Heriberto Arias: «Artista de gran valía, que ha dado su vida a la carpa, como intérprete y como maestro. Un especialista en las técnicas de seguridad, tan importantes para el buen desenvolvimiento del circo, ya que cada uno de esos artistas se juega la vida en el escenario».
Asimismo, Santiago Alfonso, premio nacional de Danza y miembro del jurado, calificó a los galardonados como «dos paladines del circo», a la par que aseveró que esa manifestación necesita ser reconocida, y este premio viene a poner «en equidad y a situar» a esos grandes de la pista y al arte circense «en el lugar que se merecen».
El jurado del lauro, que se entregará anualmente, estuvo integrado, además, por José Ramón Rizo, Germán Muñoz y Boris González. La carpa Trompoloco ha sido la sede escogida para la entrega del galardón, a finales de noviembre. (Fuente: Granma).