Imagen tomada de Prensa Latina
La Habana, 7 nov (RHC) La edición 34 del Festival Internacional de Coros finalizó este domingo en Santiago de Cuba, luego de cinco jornadas en las que se constató la vitalidad de ese género musical y su arraigo en la mayor isla de las Antillas.
Las agrupaciones Orfeón Santiago, Madrigalista y Camerata Vocal Música Áurea, las tres principales de esa ciudad del oriente del país, protagonizaron estas veladas que llegaron con mayor fuerza a los barrios.
En las modalidades virtual y presencial, a tono con las circunstancias epidemiológicas que vive el mundo por la Covid-19, el evento convocó a colectivos de México, Canadá, España, República Dominicana, Guatemala, Argentina, Colombia y Perú, entre otros países.
Dedicada a los maestros Guido López Gavilán y Calixto Álvarez, la más antigua cita de esa variante sonora en Cuba, con 60 años, rindió tributo a su fundador Electo Silva, quien al fallecer en el 2017 dejó un significativo legado en su desarrollo.
Las sesiones teóricas abarcaron disertaciones acerca de la música del argentino Astor Piazzola y del tesoro patrimonial del canto coral en la capilla de la catedral santiaguera, donde Esteban Salas (1725-1803) acunó esas obras que lo convirtieron en el primer compositor cubano.
Durante el Festival fue entregado el premio obtenido por el Orfeón Santiago (en la foto) en el concurso mundial organizado por el Consejo Indio de Relaciones Culturales, y trascendieron los resultados de la primera versión del destinado, internacionalmente, a la composición para música coral. (Fuente: PL)