Comprometida con su historia y en representación de su pueblo recibió la enseña patria la delegación cubana a los XXXI Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, pactados del 5 al 21 de agosto próximo.

Miguel Díaz Canel-Bermúdez, miembro del Buró Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, entregó la bandera al luchador Mijaín López, escoltado por el boxeador Julio César La Cruz y el taekwondoca Rafael Alba.

La ceremonia comenzó con la colocación de una ofrenda floral en la base del monumento a José Martí de la Plaza de la Revolución a cargo de los pugilistas Lázaro Álvarez y Arlen López y el gimnasta Manrique Larduet.

En nombre de sus compañeros la discóbola Denia Caballero al leer el compromiso hizo una reafirmación de defender su bandera como fieles exponentes de las tradiciones de lucha de nuestro pueblo y tener un desempeño digno su reconocimiento.

Cumplir los preceptos del olimpismo, apego al juego limpio, respeto a los rivales y a las normas generales del evento, ser protagonistas alejados del dopaje y otros fenómenos que atentan contra su esencia, estarán de nuevo entre los valores a mostrar allí.

«Asumir con responsabilidad y entrega sin límites el sabernos exponentes de la Revolución para regresar victoriosos en lo competitivo y en la batalla ideológica que enfrentaremos», finalizó la destacada atleta.

En las palabras centrales del acto el presidente del INDER, Antonio Becali, aseguró que los 120 deportistas de 18 disciplinas saben cuánto representan para los millones de mujeres y hombres humildes que seguirán sus desempeños prestos a disfrutar con sus hazañas y reconocer sus esfuerzos más allá del lugar alcanzado.

«No importa que solo tengamos presencia en solo 117 de las 306 pruebas convocadas y que esas opciones reales de premios no obliguen a luchar por altos índices de eficiencia, contar con una delegación más numerosa y con más deportes es una muestra de solidez porque cada vez se complejizan y encarecen más los procesos clasificatorios», analizó Becali.

El titular del organismo deportivo significó que a diez días de un aniversario más de la gloriosa gesta del Moncada, el movimiento deportivo cubano siente nuevamente el orgullo y privilegio de alzar la bandera de la estrella solitaria, y que cada desempeño de nuestros esforzados atletas tendrá como ejemplo al querido líder histórico de la Revolución que todos defendemos, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

«A él, a su espíritu de victoria y su condición de atleta y estratega invicto, estará dedicado el esfuerzo para convertir los resultados de esta delegación en regalo por su cumpleaños 90», sentenció.

«Una ubicación entre las primeras 20 potencias deportivas, nuestros atletas deberán estar respaldados por la ética y los principios de este pequeño país, bloqueado y atacado por quienes se empeñan en destruirlo porque de nada valdrían decenas de medallas ajenas a la hidalguía de un pueblo que jamás perdonará la traición a su estirpe», añadió.

«Nuevamente ratificamos la convicción de victoria a la que nos ha llamado el General de Ejército Raúl Castro, nos vemos el día 22 pues el estandarte amado y defendido por varias generaciones de cubanos regresará nuevamente triunfador den manos de quienes harán escuchar en Río el Himno de Bayamo», aseguró.

En la actividad se encontraban presentes también Ulises Guilarte de Nacimento, miembro del Buró Político y secretario general de la CTC, Olga Lidia Tapia, miembro del Secretariado del PCC, y José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano.