La Habana.- COMPLETAR la recuperación de las instalaciones sedes de los Juegos Panamericanos de La Habana 1991 es uno de los objetivos del movimiento deortivo cubano.

El proceso vivió su primera etapa hasta el presente mes de agosto y sumará otra hasta diciembre.

Así lo confirmó en encuentro con la prensa el presidente del INDER Antonio Becali, quien detalló lo ejecutado en esta fase inicial, con nueve obras entre nuevas y rescatadas, algunas tan importantes como el Complejo de Piscinas Baraguá.

La casa de los deportes acuáticos recuperó no solo su belleza, sino también las prestaciones de tres piscinas climatizadas, igual número de gimnasios independientes (para natación, polo acuático y clavados) y capacidad para hospedar a 74 atletas con todas las comodidades garantizadas.

La creación del Centro de Investigaciones del Deporte Cubano (CIDC), y luego el de Recursos de Información (CRIDC), constituyeron inicio de este quehacer inversionista a fines del 2016, y ya tributan resultados desde sus labores científicas apoyadas en tecnología de punta.

«Es muy difícil pensar en resultados deportivos sin que exista, con objetividad, una ciencia aplicada directamente a su búsqueda», aseveró Becali, antes de recordar que estas y otras instituciones ya existentes conforman el polo científico del deporte cubano.

La instalación en la Ciudad Deportiva de un gimnasio biosaludable y las reparaciones del patinódromo, una sección del centro Cerro Pelado y la Escuela Nacional de Vela fueron otras obras acometidas en la primera mitad del año.

También gimnasios de fuerza para el atletismo y uno para el boxeo juvenil, ambos instalados en el Estadio Panamericano.

En tal sentido se subrayó que las obras ubicadas en el Este de la ciudad no solo cumplirán funciones en favor del deporte, pues contribuyen igualmente al mejoramiento de la vida para la población.

Todo lo mencionado se considera un primer momento de la meta planteada, que se completará en los años venideros. Lo inminente, para el cierre del actual año, serán la rehabilitación de la Escuela Nacional de Remo y Canotaje, el velódromo Reinaldo Paseiro y de la Escuela Nacional de Hockey; así como la creación del Salón de Historia del Deporte, y del nuevo edificio para la Empresa Cubadeportes S.A .

Explicación independiente mereció el Estadio Panamericano, donde se realizan acciones paulatinas como pintura y reparación de cubiertas.

«Lo principal es la pista y se instalará una de última generación de la marca Mondo donada por la ODEPA», adelantó el presidente, y aclaró que se contará además con una de calentamiento en las afueras del estadio, para evitar el deterioro acelerado de la oficial.

En su momento el proyecto beneficiará la pizarra y otros dispositivos destinados a garantizar información durante las competencias, una carencia que afecta el espectáculo y ha hecho casi imposibles las trasmisiones televisivas de los certámenes de los últimos años.

Como adelanto se mencionó igualmente la casi segura instalación de una gran pantalla Samsung de última generación en el Estadio Latinoamericano, lo que conllevará un complejo trabajo de ingeniería al fondo de uno de los jardines del vetusto escenario beisbolero. 

Tomado de Jit