Granma-Matanzas: El playoff de los catedráticos en el béisbol cubano

Editado por Raúl Rodríguez
2018-01-02 14:41:17

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La Habana, 2 ene (PL) Choque del último campeón con el líder de la temporada regular, el playoff que enfrentará desde este jueves a Granma y Matanzas en el béisbol cubano planteará también un duelo de catedráticos desde los respectivos puestos de mando.


Es que a diferencia de la mayoría de los managers de la liga cubana, en la cual varias ex estrellas del diamante se someten al diario escrutinio de tirios y troyanos, el granmense Carlos Martí y el matancero Víctor Figueroa pulieron sus trayectorias deportivas desde las academias beisboleras de la isla.

Aparte de esa singularidad sus hojas de servicio resultan dispares.

Luego de cuatro décadas intentándolo en enero del pasado año y contra muchos pronósticos, Martí escribió su apellido patriótico en la historia del béisbol cubano tras conducir a los Alazanes a su primera corona desde su irrupción en 1977 en los clásicos cubanos de las bolas y los strikes.

Un hecho curioso es que el mentor de los Alazanes tuvo su bautizo deportivo como futbolista en las categorías escolares, por lo que sería muy difícil presagiar que en su plena madurez ostente el honor de ser el único director con 17 Series Nacionales consecutivas y 25 en total.

Además de hacerlo en otros formatos de competencia como las desaparecidas Series Selectivas y Liga Superior.

A lo anterior se suma su experiencia internacional, coronada por su labor de timonel en las últimas ediciones de la Serie del Caribe (Culiacán, México) y el IV Clásico Mundial (Japón), ambas el pasado año.

El nacido en el montañoso municipio de Buey Arriba y que solo jugó (como lanzador) en el béisbol colegial, integra una escuela de mentores cubanos salidos de las aulas que inició a finales de los años 60 Servio Tulio Borges, quien marcó una época al frente de Azucareros en Series Nacionales y luego con la selección de la isla.

A esa lista habría que añadir los nombres de Jorge Fuentes, el manager más laureado tanto en la liga como en eventos internacionales después de 1959, Miguel Borroto, Higinio Vélez y Franger Reynaldo, entre otros.

Nada que ver con el currículum de Figueroa, un reconocido preparador físico que asiste a su primera temporada como timonel, luego de ser una pieza clave en los colectivos técnicos de su natal Villa Clara y el propio Matanzas, siempre bajo la batuta del carismático ex center field Víctor Mesa.

Si en la temporada anterior Matanzas impuso un récord de 70 victorias que se parece al mítico primado mundial de 2.45 metros saltados en altura por un hijo de esa provincia, Javier Sotomayor, en esta edición los Cocodrilos fijaron marca de 33 triunfos para una segunda etapa.

En aquella oportunidad de poco les sirvió a los Rojos el festín de la fase clasificatoria al ser sentenciados por los Alazanes tras un épico remonte que tuvo su colofón en el nocaut recibido en el séptimo juego.

El enfrentamiento Alazanes-Cocodrilos reedita una de las semifinales de la pasada anterior, cuando los potros remontaron un déficit de 3-2 a la altura del quinto juego, para remontar como visitantes y acceder a la primera final de su historia.

Hace 12 meses Matanzas jugaba bajo el mando de otro Víctor, Mesa, quien durante seis temporadas mantuvo al equipo entre los cuatro mejores, pero el trono siempre le resultó esquivo, tras perder dos finales.

En la selección de refuerzos previa a los venideros playoffs, los managers catedráticos de la pelota cubana tuvieron disímiles desempeños.

Mientras los corrillos beisboleros coinciden en adjudicarle la mejor nota de los cuatro implicados a Figueroa, también concuerdan que Martí perdió una maravillosa oportunidad de reforzar un staff de lanzadores que no es precisamente una carta de garantía en el espinoso camino que supone la reedición del título.



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