La Habana, 3 ene (RHC) Para empezar el año 2018 y como primer partido desde el Clásico que disputaron el pasado 23 de diciembre, con triunfo de los catalanes por 3 a 0 en el Santiago Bernabeu, el Barcelona y el Real Madrid vuelven a la competición el jueves en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
Tendrán exámenes que en principio parecen de distinta dificultad, ya que el Barça visita a un equipo de primera división, el Celta de Vigo, mientras que el Real Madrid se desplaza a Soria para enfrentarse a una formación de la segunda, el Numancia. El Celta es undécimo en la Liga española y ya fue capaz de empatar 2-2 a principios de diciembre en el Camp Nou.
Será por lo tanto un rival a tener en cuenta para un Barça que todavía vive instalado en la euforia después de su gran triunfo en el Clásico, que le ha consolidado al frente del campeonato nacional.
En el Real Madrid, pese a su reciente título en el Mundial de Clubes, el resultado del partido ante el Barcelona ha hecho que las fiestas navideñas no sean precisamente blancas.
Relegado a 14 puntos en la Liga española -aunque con un partido disputado menos-, su situación ahí es complicada, por lo que la Copa del Rey adquiere algo más de relevancia para los de Zinedine Zidane.
El juego del Real Madrid en el estadio de Los Pajaritos será examinado con lupa, sobre todo teniendo en cuenta la inferior categoría del adversario, quinto clasificado de la segunda división. El miércoles se disputarán los cuatro primeros partidos de los octavos de final de la Copa del Rey, entre los que destaca la visita del Atlético de Madrid al Lleida, una formación de la Segunda División B, la tercera categoría en importancia del fútbol español.
Ese equipo catalán ya fue capaz de derribar a la Real Sociedad en la anterior categoría. El otro equipo de Segunda B en esta ronda es el Formentera, que eliminó en dieciseisavos al Athletic de Bilbao e irá con el Alavés.