Un himno sobre la pista

Editado por Fernando Marinez Marti
2018-10-20 16:10:22

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Figuerola sumó otra presea plateada, esta vez con el relevo

La Habana, 20 oct. (RHC) El 20 de octubre de 1968 se cumplía el centenario de la divulgación del Himno de Bayamo, con posterioridad el Himno Nacional cubano. Poco se ha divulgado que ese día, conmemorando un siglo de la obra de Perucho, los dos relevos cubanos de 4x100 metros, conquistaron sendas medallas de plata en los Juegos Olímpicos de México. Fue un himno sobre la pista.

Al combate corred… y vaya si corrieron. La posta femenina, integrada por Marlene Elejalde, Fulgencia Romay, Violeta Quesada y Miguelina Cobián, marcó 43 segundos y 36 centésimas, que constituyó récord nacional absoluto. Sólo fueron superadas por Estados Unidos, que registró marca mundial y olímpica de 42.86.

Entre los hombres ocurrió algo parecido, cuando Hermes Ramírez, Juan Morales, Pablo Montes y Enrique Figuerola establecieron otro primado nacional, de 38.4. Estados Unidos alcanzó el oro con 38.24, al igual que sus coequiperas, estableciendo récord universal y olímpico.

Según apuntó el ya desaparecido Francisco Mastrascusa, un hecho poco divulgado es que el día antes, durante las semifinales, los cubanos ganaron la carrera con tope universal de 38.76. Transcurridos apenas 14 minutos, Jamaica mejoró la marca en la otra serie, con 38.64.

Medio siglo después, la Patria os contempla orgullosa, precursores. El deporte conforma esa identidad nacional, esa cultura que enorgullece a todas y todos. Cuando suena la melodía, es también alabanza de campeones.  



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