Lima, 11 ago (RHC) El pebetero de los XVIII Juegos Panamericanos, un sol dorado símbolo del más venerado de los dioses incas, dejará este domingo de arder, pero seguirá vigente como elemento de la identidad peruana.
El acto de clausura, presidida por el fuego del dios Inti, será una nueva muestra de esa identidad, caracterizada por la diversidad y la herencia cultural, y los organizadores dan por descontada una reedición del extraordinario éxito de la inauguración, el pasado 26 de julio.
Ambos espectáculos de Lima 2019, a cargo de una firma italiana, muestran un profundo estudio y respeto por la cultura, la historia y las tradiciones peruanas.
Los responsables de la clausura adelantaron que tendrá como protagonistas al Conjunto Nacional de Folclor y al cantautor pop Gianmarco Zignago y el concepto está contenido en la nominación escogida para el espectáculo: "Danza de la Diversisas".
En ese sentido, el pebetero de estos juegos, un sencillo sol sobre una reproducción del majestuoso Machu Picchu, produjo -lejos de la pirotécnica y espectacularidad exagerada- un fuerte impacto en los miles de espectadores presentes y en los millones de televidentes.
El pebetero limeño muestra al sol que todo lo ilumina y calienta y destaca la diversidad del país a través de sus leyendas, tradiciones, personajes, sabores y colores.
Inti, hijo del dios creador del universo y antepasado de los primeros reyes del imperio Inca, es venerado precisamente por su relación con la naturaleza.
Aquí se le rinde honor en dos grandes fiestas: el solsticio de invierno (Inti Raimy) el 21 de junio, y el solsticio de verano (Capac Raimy) el 21 de diciembre. (Fuente:PL)