La Habana, 30 sep (RHC) El quinto lugar de Cristian Nápoles en la final de triple salto resultó lo más destacado para Cuba el domingo en el Mundial de Atletismo de Doha, donde el también triplista Jordan Díaz terminó octavo y la garrochista Yarisley Silva undécima.
Nápoles, cuarto en el mundial de hace dos años, se ubicó quinto mejorando en dos ocasiones su marca personal con registros de 17,36 y 17,38, pero se lesionó en el cuarto intento.
Jordan compitió con una molestia y 17.06m quedó octavo, aportando tamnién puntos para la delegación cubana.
La pertiguista cubana Yarisley Silva se despidió con el onceno lugar, en la quinta final de su vida.
Su marca de 4.70 no es despreciable, pero se saltó a gran nivel, con el oro para la rusa Sidorova (4.95) y la plata para la estadounidense Sandi Morris (4.90).
La cubana se había coronado hace unos días en los Juegos Panamericanos de Lima para su tercera corona, con 4.75.
«Fue una competencia muy bonita, de mucho nivel y yo hice mi mayor esfuerzo», resumió tras agradecer a Dios, su entrenador y todos los que la han apoyado, esa gente sin la que no pudiera llegar nunca a cada una de sus metas.
Apenas dos saltos válidos sobre 4,50 y 4,70 consiguió en una noche “rara” la reina de Beijing 2015, quien no se entendió con el árbitro y la orden de saltar en uno de los intentos por sobre los 4,80 y eso le sacó de concentración.
«Nunca estuvo claro por qué no retiró el cono para que yo consumiera mi segundo intento mientras estuve parada en la carrilera y luego lo hizo cuando di la espalda», detalló todavía sin explicarse bien qué pasó en ese momento en el que ella creyó que no tenía aún la orden de ejecutar.
Lo cierto es que Yarisley no ha logrado más de 4,75 en el año y la varilla en los 4,80 se sabía difícil, pero no solo para ella porque apenas seis de las 17 llegadas a esta final pudieron sobrepasarla.
En definitiva el cetro quedó en manos de Anzhelika Sidorova, una rusa que compite bajo bandera neutral y le arrebató la corona con lo mejor del ranking del año (4,95) a la griega Ekaterine Stefanidi (4,85).
La también titular olímpica incluso bajó al bronce por detrás de la norteamericana Sandy Morris (4,90), otra de las grandes aplaudidas en una jornada en la que el Khalifa Stadium volvió a quedarse con muy poco público.
En el triple salto entre hombres no hubo casualidad para los estadounidenses Christian Taylor y Will Claye, marcando el 1-2.
Dos foul en el comienzo le presionaron a Taylor a buscar un registro que le mantuviera en competencia y lo hizo en su tercera salida con 17,42 metros, aunque los definitivos 17,92 “aparecieron” en la quinta vuelta para enmudecer a los contrarios y poner de pie al público.
Un bronce inédito celebró Hugues Fabrice Zango, de Burkina Faso, quien con 17,66 metros marcó récord para su continente.
La Isla también dependió en esta tercera jornada del velocista Reynier Mena, pasado a las semifinales de los 200 metros con 20.52 segundos.
En la fecha hubo un récord mundial, en el relevo mixto de 4x400 de Estados Unidos.
La cuarteta de EUU contó con la veterana Allyson Felix convertida desde este instante en la atleta con más medallas en todos los tiempos con 12 oros, tres platas y dos bronces.
El récord del orbe fue de 3:09.34, con Wilber London, Courtney Okolo y Michael Cherry como restantes miembros del equipo.
La gran protagonista en la jornada fue la regresada jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, celebrando con su pequeño hijo luego de marcar tiempo de temporada con 10.71 segundos en los 100 metros planos.
A la británica Dina Asher-Smith el récord nacional de 10.83 solo le alcanzó para la plata y la marfileña Maria-Josee Ta Luo se hizo del bronce con 10.90.
Con información de Jit