Barcelona, 6 ago (Reuters) - Después de tres semanas para descansar y procesar su turbulento fin de temporada liguera en España, el Fútbol Club Barcelona volverá a la acción el sábado, con la vuelta del cruce de octavos de final de la Liga de Campeones contra el Napoli, con el futuro del entrenador Quique Setién en juego.
La eliminatoria está equilibrada 1-1 tras la disputa de la ida en febrero en Nápoles y el ganador asegurará un puesto en el torneo que disputarán los ocho mejores equipos en Lisboa más tarde en el mes, en una solución acordada tras la suspensión de la competición por la pandemia del COVID-19.
Aunque el empate no fue un mal resultado para los "culés", su desempeño fue criticado por el capitán Lionel Messi, quien aseguró que no tendrían esperanzas para ganar el máximo torneo europeo de clubes si siguen jugando como en Nápoles.
La dura evaluación de Messi sobre el equipo quedó confirmada al reanudarse la temporada después del paréntesis por el coronavirus, ya que los azulgrana perdieron LaLiga española ante el Real Madrid, lo que hizo que el astro argentino cargara de nuevo contra el equipo.
Las críticas fueron interpretadas como un ataque a Setién, que nunca había entrenado a un equipo en la Liga de Campeones hasta que sustituyó a Ernesto Valverde en enero y concluyó la temporada con escaso de crédito. Aunque el presidente, Josep Maria Bartomeu, le dio un voto de confianza, es complicado imaginar que sobreviva a una eliminación en el Camp Nou.
Después de todo, la Liga de Campeones se ha convertido en una obsesión para el Barcelona desde que la conquistó por última vez en 2015, y Valverde fue cesado por su incapacidad de alcanzar la gloria europea pese a ganar dos ligas seguidas.
Los catalanes no podrán contar con los suspendidos Sergio Busquets y Arturo Vidal, pero contarán con el retorno del mediocampista holandés Frenkie de Jong y los delanteros franceses Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann.
Por su parte, el Napoli está atento a la evolución de su delantero Lorenzo Insigne, que se lesionó un muslo en el último partido de la temporada de su equipo en la Serie A, donde acabó séptimo, su peor desempeño a nivel local desde 2009.