Daniela Fonseca/PL
Buenos Aires, 18 abr (RHC) La cubana Daniela Fonseca sigue sin asimilar su doble clasificación a los Olímpicos de Tokio 2020 en una disciplina que ama, el tenis de mesa, y que la pone más cerca de aquel sueño de niña.
La ciudad argentina de Rosario fue como un golpe de suerte para esta joven, que con apenas 18 años logró el primer boleto en esta modalidad para su país después de 21 años de ausencia en el torneo de los cinco aros y repitió hazaña junto a su compañero Jorge Moisés Campos en dobles mixtos.
El empuje que le dio su victoria en individuales al ganar 4-3 a la mexicana de origen cubano Yadira Silva, lo volcó con la fuerza de su raqueta junto a Campos en una jornada muy emotiva la víspera, primero al derrotar en semifinales del clasificatorio latinoamericano 4-0 a su similar de Brasil.
Luego coronó y se llevaron el cupo final a Tokio en mixtos contra los contrincantes chilenos Paulina Vegay y Juan LaMadrid.
'Fue una experiencia única con apenas cuatro torneos internacionales disputados. No me lo creo, era un sueño que tenía desde mis 12 años estar en unos juegos olímpicos', declaró Fonseca en exclusiva a Prensa Latina minutos después de su victoria.
No fue fácil. Solo para llegar a Argentina, Daniela, junto a sus compañeros de la delegación de la isla caribeña, hicieron un vuelo de 60 horas con escala en cuatro países, pero esto fue solo un trayecto de todo lo vivido en los últimos meses.
Fonseca relató que ha sido una preparación muy dura, de parar los entrenamientos por la pandemia, de estar casi nueve meses sin entrenar y de motorizarse desde el 5 de febrero pasado hasta la fecha para poder estar en Rosario.
No lo asimilo. Yo hice una promesa en Cuba de que iba a clasificar y estaría en Tokio y esa promesa se cumple ahora en Argentina, expresó la joven.
Visiblemente emocionada, la atleta cubana se mostró muy feliz por el desempeño y también la de su compañero Campos, quien llegó a las tres finales.
'Por fin lo logramos ahora, los dos juntos, estoy agradecida por este torneo', manifestó tras expresar su alegría por esta experiencia en un país, Argentina, donde conoció gente maravillosa.
Con sus dos boletos en mano, Fonseca regresa a casa junto a la delegación cubana en otra travesía larga, pero feliz y pensando ya en su debut en unos Olímpicos, donde espera dar todo. (Fuente: Prensa Latina)