Marlies Mejías compite en mountain bike en dominicana
La Habana, 1 oct (JIT) – La ciclista cubana Marlies Mejías ganó la rama femenina y fue segunda en la general entre hombres en la categoría extranjeros del Campeonato Nacional de Mountain Bike de República Dominicana.
También en Santo Domingo, la capital dominicana, Marlies reapareció en agosto victoriosa internacionalmente tras su maternidad en el Campeonato Panamericano de Ciclismo de Ruta, al dominar la contrarreloj individual.
Continuó su preparación en la vecina isla con vistas al mundial, que aconteció recientemente en Bélgica, pero no pudo volar al país europea por no recibir la visa a tiempo.
“Estaba entusiasmada, sin embargo no me puedo desanimar, me siento fuerte y con buena disposición para representar a mi patria una vez más en Juegos Centroamericanos y del Caribe, y Panamericanos, y en la que puede ser mi tercera cita olímpica en París 2024”, declaró Marlies a JIT.
La Reina de los Juegos Centrocaribeños Veracruz-2014, donde se alzó con cinco medallas, corrió por última vez en 2018 en la versión de Barranquilla cuando sumó tres títulos en el velódromo de Cali, la subsede. Un mes después logró otras tres medallas en el Panamericano de Pista en Aguascalientes.
“Decidí ser mamá y el 19 de agosto de 2019 fue para mí un día muy especial, nació mi hija Marieth Isabella y he sido la mujer más feliz. Ella es mi motor que me impulsa a seguir soñando por podios”, manifestó.
Tras su recuperación comenzó a entrenar en Cuba, primero en carretera y luego solo en su casa por miedo a contagiarse.
“Luego entendimos y aprendimos la forma de cuidarnos, y salí a rodar nuevamente. Me dediqué también a hacer caretas para ayudar a enfrentar la covid-19”, relató.
Desde abril último viajó a Santo Domingo y reinició su preparación con vistas al Panamericano.
“Los entrenadores Leonel Álvarez y Joel Leal me envían los planes de entrenamiento. Tras ganar acá la “crono” en el campeonato continental me preparé más fuerte por la oportunidad de ir al mundial, no pude, pero voy a seguir porque estoy muy ilusionada”.
Mientras llega el retorno a La Habana en noviembre próximo, no deja de pedalear.
“Entreno bien temprano por el tráfico, que es peligroso. Salgo a las seis de la mañana junto a mi esposo Rafael Germán, del equipo nacional dominicano. Mi suegra nos atiende a Isabella. El resto del tiempo la pasamos en casa tratando de cuidarnos mucho y ante todo por la niña”, enfatizó.
“Germán me ayuda en todo y asegura el material deportivo que necesito para correr, su mamá me apoya acá como lo hace mi mami en Cuba. Espero también el apoyo de la federación cubana. Me siento bien y con deseos de competir, pero sola es imposible. Confío en mi familia del ciclismo cubano, la extraño como a la propia, a ambas pronto abrazo”.