La Habana, 6 oct (RHC) Toda Cuba recuerda hoy a las víctimas del cobarde acto terrorista, perpetrado hace 45 años contra un avión de Cubana de Aviación, hecho explotar en pleno vuelo por agentes al servicio de la CIA.

El crimen les costó la vida a sus 73 pasajeros, entre los que se encontraba el equipo completo de esgrima que regresaba a la patria, luego de arrasar con los títulos en el Campeonato Centroamericano y del Caribe Juvenil de Esgrima. Hasta hoy, es considerado uno de los peores y más brutales ataques de este tipo en el hemisferio occidental.

El horrendo crimen fue orquestado en la ciudad de Caracas por los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila, quienes emplearon y entrenaron a los asesinos de esta valiosa carga humana. Todos los responsables de esta barbarie fueron financiados y cobijados por el gobierno de Estados Unidos, y se pasearon con total impunidad por las calles del país que se vende como paradigma de la lucha antiterrorista, pero desde cuyo territorio se gestan buena parte de los males que aquejan a la humanidad.

El gobierno de Cuba solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que se reuniera para discutir el caso, aún pendiente, en 1992. Luego de escuchar a ambas partes, las mentiras del representante estadounidense prevalecieron, y la denuncia cubana fue desestimada por dicho organismo.

Cuba jamás olvidará a sus hijos ni a su historia y cada 6 de octubre conmemora el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado. Siempre retumbarán entre los enemigos de la Revolución la frase de nuestro máximo líder Fidel Castro Ruz en la despedida de duelo de las víctimas del cruel acto: "No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!".