El Comercio Perú
La Habana, 10 dic (RHC) No habrá clásico en las semifinales del Mundial de fútbol Qatar 2022. Cuando todos daban a Brasil como amplio favorito para levantar el trofeo dorado, Argentina ha salvado a América en la Copa.
Scaloni metió defensa de tres a la cancha y dejó descolocada a una selección de Países Bajos incapaz de proponer respuestas a su propia propuesta.
En la partida de iguales Argentina tenía mejores piezas y trato de la pelota. Además tiene a Messi. Muy difícil no ganar cuando posees a un genio que se inventa un pase con lujo y lentejuela para los espectadores en televisión, aunque invisible para la defensa neerlandesa.
Nahuel Molina recibió medio gol ante Noppert en el 34' y lo añotó. Después, en el 72', el mismo Messi se encargó de poner el 2-0 de penal, tras sacar ventaja de la torpeza de Dumfries sobre Acuña.
Si esto no significó el mate de los argentinos fue porque Scaloni hizo lo debido: amarrar el partido con menos de 10 minutos por jugar. Sin embargo, esta vez perdió demasiada potencia y pegada.
La Naranja, no tan mecánica como antes, tiró de pundonor y no estuvo dispuesta a largarse así, por la puerta de atrás. Se lanzó a matar o morir y no cayó en la infame comodidad de entregar las armas.
Wouter Weghorst avisó de la hombrada al 82' y luego, en la última jugada del partido, aprovechó un cobro de falta polémico cerca del área. Su segundo gol provino de una jugada fabricada en el laboratorio.
Con tanto espanto, los argentinos no buscaron ningún titular grandilocuente en el alargue. No tenían en la banca mucho más que Di María para intentarlo. Los tulipanes también apostaron a los penales: cualquier cosa les servía luego de quedar a un segundo de la despedida.
Los penales favorecieron a un Dibu Martínez pletórico, pero los europeos se fueron con pundonor. Quizá sea el tópico más común del fútbol, pero también lo que mejor define lo sucedido.
Del otro lado de la jornada no cumplió Brasil. La pentacampeona sufrió parálisis ante una Croacia ordenada y sin apuros, como si le fuera bien aquello de jugar tiempos extras.
Modric merece un monumento en Zagreb. Nadie sostiene la dignidad de los balcánicos de mejor forma, ni sabe sufrir como él los partidos que no dominan.
Brasil la tenía más fácil. Con el control del balón se sufre menos. También desgasta menos manejar los hilos del partido, aunque desespera chocar mil veces contra la misma pared.
Tanto desesperó esta vez que Tite señaló a los hombres (Vinicius y Rafinha) y no se metió con el planteamiento táctico. Trataba de tener resultados distintos haciendo la misma cosa: craso error.
Así llegaron al tiempo extra: el Vatreni sufría y el Scratch proponía y delataba los apuros hasta que Neymar cambió el guión al 105", con un gol para guardar por mucho tiempo.
Solo la subcampeona del mundo estaba a la altura de no congelarse bajo tal cubo de agua helada. Probablemente todavía hay brasileños en Doha tirándose de los pelos, preguntándose que hacía Fred tan lejos de su área rifando un balón, perdiéndolo, provocando un contragolpe, descolocando a todos.
Muchos deben estar sin respuestas, pero todos saben que entró para lo contrario. Hasta Modric, que por eso aprovechó para lanzar el contragolpe fulminante: 117 minutos esperaron para esa oportunidad y Petkovic no la desaprovechó.
En los penales creció la epopeya de Dominik Livakovic: paró el primero a Rodrygo, quien tendrá mucha revancha en el fútbol, pero se marcha con este peso a cuestas.
Segunda tanda de penales al hilo para los croatas, segunda ganada. En Catar 2022 comienza a notarse el deja vu de los croatas colocándose en una final.
Comienza a rondar allí el olor de la revancha por el oro... Francia este sábado intentará cumplir con su parte del guión ante Inglaterra. Argentina y Messi tratarán de malograrla en semifinales.
Fuente: JIT.
