Gales dio otro golpe futbolístico al eliminar 3-1 a Bélgica en los cuartos de final de la Eurocopa de fútbol Francia-2016.

Los belgas estrenaron el marcador a los 13 minutos con un gol de Radja Nainggolan, en el estadio Pierre-Mauroy de Lille, pero los galeses remontaron gracias a una diana de cabeza de Ashley Williams (31), un riflazo de Hal Robson-Kanu (55) y otro testarazo de Sam Vokes (86).

Los dragones, debutantes en la justa continental, clasificaron por primera vez a una ronda de los cuatro grandes en un gran torneo y ahora enfrentarán a los portugueses de Cristiano Ronaldo el miércoles en Lyon.

Hasta este viernes, su mejor actuación histórica la consiguieron en el Mundial de Suecia-1958, cuando llegaron a los cuartos de final y terminaron en la sexta posición al perder 0-1 ante Brasil en esa instancia.

Gales mostró su mejor fútbol del torneo y propuso un juego valiente y directo ante una de las grandes favoritas para conquistar el título.

Después de que Yannick Carrasco, Thomas Meunier y Eden Hazard desperdiciaran una triple ocasión clarísima y tras varias idas y venidas -que anticiparon que el partido no iba a tener tregua-, Nainggolan sacó un disparo desde fuera del área para abrir la pizarra.

El centrocampista lanzó un derechazo cerca del palo izquierdo. Un tiro potente, pero el portero Wayne Hennessey la rozó y dio la impresión que pudo hacer más para despejarlo.

Esa diana activó a los galeses, quienes adelantaron las líneas ante unos belgas muy confiados y que concedieron muchos espacios.

Los dragones avisaron en varias ocasiones antes de la media hora y finalmente consiguieron el empate. El capitán Ashley Errol Williams aprovechó el error en la marca de Jordan Lukaku y Jason Denayer, y se elevó en el corazón del área para batir a Thiabut Courtois.

La selección de Chris Coleman agarró entonces el balón y manejó a la perfección los ritmos del encuentro. Sin nervios, sin prisa, como si no fuera la primera vez en jugar partidos de semejante presión.

Bélgica reaccionó tras el descanso y Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne y Hazard pudieron poner en ventaja a los Diablos Rojos, pero cuando mejor controlaban el partido llegó el segundo gol galés.

Robson-Kanu recibió en el área de espaldas a la portería y decidió pasarse el balón de taco por debajo de las piernas para quitarse a tres defensores y quedar solo delante de Courtois, al que no tuvo problemas en batir.

Esa diana volcó a los belgas hacia el arco galés, pero casi más por compromiso que por fe. Marouane Fellaini y Axel Witsel tuvieron ocasiones, aunque no claras, para regresar al encuentro.

Ya en la recta decisiva, Gales jugó demasiada ordenada y con una convicción sin límites para lograr el tanto definitivo en los minutos finales con un contragolpe letal que colocó a la selección entre las cuatro mejores de Europa.